Atención y aprendizaje

24 oct 2008

La atención constituye un requisito indispensable para lograr un buen aprendizaje. Ribes (1978) señala que la conducta de atención es una conducta precurrente indispensable para el desarrollo de cualquier programa conductual "incluyendo los repertorios básicos de imitación y seguimiento de instrucciones" (p.102), Galindo, Bernal, Hinojosa, Galguera, Padilla y Taracena (1980), aseveran que un niño no puede imitar si no pone atención a la conducta del modelo, a sus movimientos, gestos, sonidos, etc. y enfatizan que la mirada del niño hacia la persona que le da la instrucción no es suficiente para afirmar que está atendiendo, pero si cumple la instrucción dada sabremos que prestó atención a la misma. Es decir, el criterio que resaltan estos autores es la ejecución correcta para demostrar que el niño está atendiendo.

Como casi todo el aprendizaje es cuestión de aprender por discriminación, distinguir el estímulo correcto del estímulo equivocado o la respuesta correcta de la equivocada, Ross (2000) indica que la capacidad de desplegar la atención selectivamente es una capacidad sumamente importante y cualquier deficiencia en esta habilidad interferirá materialmente con la habilidad que un niño tiene de beneficiarse con las oportunidades de aprender. De esta manera, el autor le da a la Atención Selectiva, un carácter mediador (que vincula el estímulo y la respuesta) y distintivo (capaz de discriminar estímulos y respuestas a manifestar).

Si la Atención Selectiva se concibe como una habilidad, es posible examinar cómo se desarrolla y hasta qué grado puede aprenderse, o si es una deficiencia que se debe superar. Una forma de conceptualizar este desarrollo y de los retrasos relativos en tal desarrollo para algunos trastornos psicológicos ha sido presentada por Ross (2000), quien explica que el niño muy pequeño atiende a estímulos principalmente en términos de sus características notables, como son la novedad y el movimiento. Una vez que su atención ha sido "capturada" por un estímulo determinado, los niños parecen tener la mirada fija en él, pero incluso a esta temprana edad se encuentran diferencias individuales en cuanto al grado en que se mantiene esta atención sobreexclusíva.


Texto extraído de: Música y Atención /Un Abordaje Conductua. Raquel Gil, Yraida Moreno y Verónica Salas

4 comentarios:

Mercedes, quiero agradecerte que hayas participado en mi encuesta. Como sé que valoras los comentarios (¡tenemos el mismo banner de Nacho Gómez!) me alegra doblemente poder hacerlo, ya que no es una molestia u obligación sino la esencia de la comunicación en la blogosfera... tal como yo lo entiendo.

Perplejos saludos (!) y suerte en el concurso.

Pues muchas gracias por tus palabras, pero en el concurso va a ser difícil hacerse notar, jejeje. Quizá el año próximo ;)

Saludos.

El tema de la atención me parece muy interesante, aunque no yo particularmente no lo enfoco al tema infantil, pero supongo que las bases serán las mismas.


Un saludo,


Pedro.

Hola! Una amiga me envió el link de tu blog y es un honor para mi verme citada aquí! Muchas gracias por tomar en cuenta nuestra investigación, Música y Atención/Un Abordaje Conductual, para nutrir tu espacio. Estoy a la orden en mi espacio http://psiquexpresion.blogspot.com
Un fuerte abrazo!