Estrés en la niñez

16 ene 2008

El estrés en la niñez puede ser provocado por cualquier situación que requiera adaptación o cambio. Dichas situaciones a menudo causan ansiedad. El estrés puede ser evocado por cambios positivos, como comenzar una nueva actividad, pero está vinculado con más frecuencia con cambios negativos, como una enfermedad o una muerte en la familia.

El estrés es una respuesta a cualquier situación o factor que crea un cambio emocional o físico negativo o ambos y lo pueden experimentar personas de todas las edades. En pequeñas cantidades, el estrés es bueno, ya que puede motivar y ayudar a la gente a ser más productiva; sin embargo, el exceso de estrés puede interferir con la vida, las actividades y la salud del individuo. El estrés puede afectar la forma como las personas piensan, actúan y sienten.

Los niños aprenden a responder al estrés por lo que han observado y experimentado en el pasado. En la mayoría de los casos, el estrés experimentado por un niño puede parecer insignificante para los adultos, pero como los niños tienen pocas experiencias previas de las cuales aprender, incluso las situaciones que exigen cambios pequeños pueden tener un impacto enorme en los sentimientos de seguridad y confianza del niño.

El dolor, las lesiones y la enfermedad son las principales fuentes de estrés para los niños. Los tratamientos médicos son aún más estresantes. El hecho de reconocer la existencia de estrés en los padres (como el que se ve durante el divorcio o las crisis financieras) puede ser muy estresante para un niño, al igual que la muerte o la pérdida de un ser querido.

CÓMO PUEDEN AYUDAR LOS PADRES

Los padres pueden ayudar a sus hijos a responder ante el estrés de forma saludable de muchas maneras. Entre algunas de las cosas que pueden hacer los padres están las siguientes:

* Darle al niño un hogar seguro, familiar, firme y confiable.
* Ser selectivo con los programas de televisión que observan los niños pequeños (incluyendo los noticieros) que puedan producir miedos y ansiedad.
* Pasar ratos tranquilos y relajados con el niño.
* Alentar al niño a hacer preguntas.
* Alentar al niño a expresar sus inquietudes, preocupaciones y miedos.
* Escuchar al niño sin criticarlo.
* Fortalecer los sentimientos de autoestima del niño, utilizar estimulación y afecto, tratar de involucrarlo en situaciones en las que pueda tener éxito.
* Tratar de utilizar recompensas y estímulos positivos en lugar de castigo.
* Darle oportunidades de hacer elecciones y de tener algún control sobre su vida. Esto es de particular importancia, ya que la investigación demuestra que cuanto más sienten las personas que tienen control sobre una situación, mejor será su respuesta al estrés.
* Estimular la actividad física.
* Conocer las situaciones y acontecimientos que son estresantes para los niños, como las experiencias nuevas, miedo a los resultados impredecibles, sensaciones no placenteras, necesidades o deseos no satisfechos y pérdidas.
* Reconocer los signos de estrés no resuelto en el niño.
* Mantener al niño informado de cambios necesarios y anticipados como cambios en el trabajo o mudanzas.
* Buscar ayuda o asesoría profesional cuando los signos de estrés no disminuyan ni desaparezcan normalmente.

Si quieres ampliar información sobre los signos de estrés o lo que los niños pueden hacer para aliviar el estrés pincha AQUÍ

Artículo extraído de http://www.shands.org/health

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