Estimulando el desarrollo del lenguaje

29 ene 2008

María Montessori escribió mucho sobre la importancia del desarrollo del lenguaje durante los seis primeros años de vida y la investigación desde sus tiempos ha llamado la atención sobre la relación entre lenguaje y aprendizaje y entre lenguaje y pensamiento. Fue la pionera de una importante teoría que sostiene que el niño nace con una capacidad natural para el lenguaje y la comunicación porque nosotros, como seres humanos, poseemos unas estructuras innatas que nos permiten dar sentido a los sonidos y a las palabras que oímos.

No es difícili ver por qué has de ser consciente de la importancia del desarrollo del lenguaje y de su conexión con la inteligencia. desde muy pronto (incluso antes de que se haya desarrollado el habla) el bebé fomenta la comunicación entre tú y él. Le gusta oír tu voz, observar tu rostro y centrar la mirada en tus ojos justo desde el momento del nacimiento, y responde a la sonrisa. A ti te corresponde hablar más, de manera que él sonría más, y así continúe el proceso.

Cuanto más te entregues a actividades de lenguaje con tu hijo, mejor. Hablarle, darle instrucciones, contarle cuentos, leerle y, desde luego, escucharle, todo ello es importante.

Como padre o como madre, se te pedirá que desempeñes muchos papeles en la vidad de tu hijo. Primero y ante todo, tienes que crear un entorno de cariño de modo que tu hijo crezca formando unas relaciones íntimas dentro del grupo familiar. Esto proporciona unos cimientos sólidos y le permite establecer unas relaciones significativas con otras personas fuera de la familia.

También le debes ayudar a construir su personalidad: tienes que ser lo suficientemente flexible para no imponerle tu propia personalidad y tu propia voluntad. Y otro más es alentar el desarrollo de la independencia, permitir la libertad dentro de unos límites claramente definidos y promover la buena autoimagen del niño y el sentimiento de seguridad.

Deberías también crear un entorno estimulante para que le proporcione un aprendizaje precoz, lo cual comienza desde el momento del nacimiento y se produce más fácilmente durante los primeros años, le ayuda a construir una vida interior rica y gratificante y, en úlitmo lugar, pero muy importante, le ayuda a asimilar su propia cultura y a desarrollar el respeto hacia otras culturas.

Texto extraído de: Jugar y Aprender. El método Montessori.

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