Disfemia: información para adultos

5 mar 2008

Tal vez parezca que la disfemia o tartamudeo es un problema fácil de resolver con unos consejos sencillos, pero para los adultos puede ser un desorden crónico que dura la vida entera. Aunque no se saben todavía las causas exactas, sí se sabe que el tartamudeo no es un problema psicológico. A continuación se dan unos consejos para que tú, como interlocutor, puedas ayudar a quienes tartamudean.

Cómo reaccionar cuando se habla con alguien que tartamudea

· Evita hacer comentarios como: “Más despacio,” “Ponte tranquilo,” “Respira hondo,” “Relájate,” “No te pongas nervioso,”… consiguen acentuar la situación.

· Te sentirás “tentado” a acabar las palabras o frases. Procura no hacerlo.

· Mantén un contacto visual y no te avergüences o sonrojes delante de la situación.

· Utiliza tú mismo un ritmo pausado a la hora de hablar con una persona con disfluencias, sin llegar a parecer poco natural o exageradamente lento. El habla así crea una buena comunicación con cualquier persona con quién hables.

· Intenta transmitir a la persona que lo importante es lo que está diciendo y no cómo lo dice.

· Ten en cuenta que normalmente una persona con dificultades en su habla tendrá más dificultad en controlarse hablando por teléfono. Sé extremádamente paciente. Si coges el teléfono y no oyes nada, asegúrate que no sea alguien con problemas de tartamudez.

El uso del teléfono

Muchas personas tartamudeen o no, tienen problemas a la hora de utilizar el teléfono.

Observa alguna persona que no tartamudea enfrentarse con la situación. Algunos tardan algunos segundos en contestar. Otros utilizan la muletilla introductoria: “Um, eh…” Otros resultaran muy expresivos con sus manos y cara, incluso a veces hablaran en voz alta y de forma agresiva.

La utilización del teléfono puede causar una gran angustia y cada persona deberá enfrentarse a ello desde distintas perspectivas.

Si como persona tartamuda, tienes un problema utilizando el teléfono quizás encuentres en este folleto consejos útiles.

Llamando a los demás

Llamar por teléfono puede analizarse en 3 fases: La preparación, la llamada y comprobar cómo lo hiciste.

· Preparación

Asegúrate que sepas porqué estás llamando. Escribe los puntos claves en un papel y sostenlo delante tuyo cuando estés llamando.

Intenta llamar a un amigo/a familiar justo antes de la “gran llamada”; esto podría ayudar a relajarte.

Si tienes una lista de llamadas que hacer, enuméralas, en orden ascendente a su dificultad. Empieza con la más sencilla y vas subiendo hasta la más difícil.

No intentes evitar esa llamada que tienes que hacer. Esta circunstancia acentuará el problema.

· La llamada

Muy a menudo, lo difícil es contactar con la persona adecuada; si te ponen con una operadora, ¿Sería más fácil el No. de la extensión o del departamento que decir el nombre de una persona? Ten en mente algunas primeras palabras, sé flexible en lo que quieres decir. Si empiezas a tartamudear, hazlo de forma abierta y suavemente, intenta no forzar la emisión de las palabras y sobre todo acuérdate de hablar más despacio.

No deben preocuparte mucho los “silencios”, ocurren en todas las conversaciones. Concéntrate sobre lo que debes decir y no en tus “bloqueos”. Tu objetivo es “comunicar”, tartamudees o no. Observa tu habla fluída; muchos tartamudos se olvidan sobre las situaciones en que son fluídos. Cuando estés fluído, haz más llamadas, aprovecha la situación. La fluidez en el habla conlleva confianza y la confianza a fluidez.

Observándose uno delante de un espejo, mientras se realiza la llamada, ayudará a que puedas observar dónde se acumula la tensión en tu cara y otras partes del cuerpo. Si perseveraste delante de una llamada difícil y te pareció que conseguiste comunicar bien tu mensaje, recuerda el sentimiento positivo de autoestima que conseguiste con ello y el éxito que has conseguido.

· Comprobando como lo hiciste

Muchas personas, no sólo las que tartamudean, llaman por teléfono, siendo conscientes de que ese día no tienen su habla fluída o que no han conseguido transmitir correctamente su mensaje.

Si piensas que una llamada ha provocado en ti un aumento de ansiedad y nerviosismo, intenta olvidarla; adopta una postura positiva, acuérdate que habrá futuras conversaciones donde tartamudees de forma mas fluída o no lo harás. Cada situación en que hables te proporcionará nuevas experiencias de las cuales podrás aprender. Si puedes, en casa, graba tus conversaciones telefónicas; anota cuidadosamente tu habla, haciendo hincapié en la velocidad utilizada y en lo que acontece antes de un bloqueo. Aprende de cada grabación y prepara nuevas estrategias para futuras llamadas. Llevar a cabo esta actividad, durante un periodo de tiempo, te ayudara a identificar las palabras y problemas recurrentes.

Recibiendo llamadas

Éste es el área donde tienes menos control, sin embargo puedes “salir al encuentro” de esa “tensión” que sientes cada vez que suena el teléfono.

Contesta siempre la llamada a tu ritmo. No corras a coger el teléfono. De nuevo prepara palabras iniciales: el nombre de tu organización o tu nombre. Utiliza lo que te resulte más cómodo para ese momento.

Concéntrate en la llamada que recibas. Acepta el hecho de que personas que te rodean pueden oír y ver tu bloqueo pero no permitas que su presencia te distraiga de tu llamada.

No tengas miedo a un silencio inicial si te cuesta emitir la primera palabra. Es bastante normal que alguien conteste el teléfono y luego no hable, bien porque esta acabando una conversación con un compañero o porque ha cogido el teléfono de otra persona.

La persona que te llama, también puede tartamudear, ten paciencia con otras personas que pueden ser ansiosas como tú y que pueden estar poniendo en práctica los puntos anteriormente citados.

Advertencia general

· La práctica debe ayudarte a encontrarte más animado y contento con la utilización del teléfono.
· Enfréntate al temor del teléfono. Habla sobre lo que tienes miedo de que ocurra y qué puedes hacer para mejorarlo.
· Se consciente de las situaciones que provocan en ti el que evites utilizar el teléfono. Intenta hacer todas las llamadas locales que puedas. Elige el llamar a una persona antes de escribirle una carta o presentarte en su casa.
· Intenta ser la persona que conteste el teléfono en casa. Admite de forma abierta que tartamudeas. Esto puede resultar muy difícil, si durante toda tu vida has intentado esconder o evitar hablar de este problema. Muchas personas han dicho que el hablar de ello les ha reducido sus ansiedades y temores.
· Observa y escucha a personas no tartamudear, utilizando el teléfono. Escucha su falta de fluidez y sus interjecciones.
· Da a los demás el beneficio de la duda. Si saben que tartamudeas luego ellos estarán preparados y entenderán posibles silencios.
· Finalmente: Practica, practica y practica… no dejes que un trozo de plástico, de tu vida moderna domine y condicione tu vida mucho mejor es que, aunque tartamudees, utilices el teléfono a que lo evites.

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