San Valentín
14 feb 2008
San Valentín era un sacerdote que hacia el siglo III ejercía en Roma. Gobernaba el emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes, porque en su opinión los solteros sin familia eran mejores soldados, ya que tenían menos ataduras . El sacerdote consideró que el decreto era injusto y desafió al emperador. Celebraba en secreto matrimonios para jóvenes enamorados (de ahí se ha popularizado que San Valentín sea el patrón de los enamorados). El emperador Claudio se enteró y como San Valentín gozaba de un gran prestigio en Roma, el emperador lo llamó a Palacio. San Valentín aprovechó aquella ocasión para hacer proselitismo del cristianismo.
Aunque en un principio Claudio II mostró interés, el ejército y el Gobernador de Roma, llamado Calpurnio, le persuadieron para quitárselo de la cabeza.
El emperador Claudio dio entonces orden de que encarcelasen a Valentín. Entonces, el oficial Asterius, encargado de encarcelarle, quiso ridiculizar y poner a prueba a Valentín. Le retó a que devolviese la vista a una hija suya, que nació ciega. Valentín aceptó y en nombre del Señor, le devolvió la vista.
Este hecho convulsionó a Asterius y su familia, quienes se convirtieron al cristianismo. De todas formas, Valentín siguió preso y el débil emperador Claudio finalmente ordenó que lo martirizaran y ejecutaran el 14 de Febrero del año 270.
La fecha de celebración del 14 de febrero fue establecida por el Papa Gelasio para honrar a San Valentín entre el año 496 y el 498 después de Cristo.
La costumbre de intercambiar regalos y cartas de amor el 14 de febrero nació en Gran Bretaña y en Francia durante la Edad Media, entre la caída del Imperio Romano y mediados del siglo XV.
Los norteamericanos adoptaron la costumbre a principios del siglo XVIII. Los avances de la imprenta y el bajón en los precios del servicio postal incentivaron el envío de saludos por San Valentín. Hacia 1840, Esther A. Howland comenzó a vender las primeras tarjetas postales masivas de San Valentín en Estados Unidos.
ESTAR ENAMORADO...
Cuando se está enamorado, entre 6 y 20 partes del cerebro se muestran inactivas, y además, el flujo sanguíneo es mayor que en un estado normal. Estas fueron las conclusiones obtenidas de un estudio realizado por el neurólogo inglés, Andreas Bartels, miembro del University College de Londres.
17 estudiantes, hombres y mujeres, se sometieron a una resonancia magnética para medir su actividad cerebral mientras pensaban y veían fotos de sus parejas. Para comparar este estado con el normal, luego hicieron la misma prueba mientras hablaban de amigos y veían fotos de desconocidos.
Mientras los jóvenes hablaban de sus parejas, disminuía la actividad de otras partes del cerebro. Sorprendentemente, destacaban las áreas de la depresión y el desánimo.
EL BESO...
Hoy se besa a la familia, a los amigos, a los amantes... Pero ¿cuándo se convirtió el beso en símbolo de la expresión de afecto y amor?
Aunque es natural pensar que el beso siempre ha existido, no siempre se consideró de la misma forma. Es en las épocas primitivas cuando se encuentra su origen, y fue la madre hacia sus hijos, la primera en manifestar su cariño de esta bonita forma.
Hubo que esperar hasta el siglo VI para que la sociedad admitiera el beso entre personas adultas, parejas,como expresión de afecto. Fue Francia, romántico país, el que instauró la costumbre de que el beso era parte del cortejo entre dos amantes. Y así, poco a poco, hasta que en Rusia, consideraron que un beso era la mejor forma en la que una pareja de novios sellase ante el altar su amor para siempre.
Hoy se considera natural ver a las parejas besarse en mitad de la calle, en un parque, en un bar, pero no siempre fue así. Dependió del momento histórico que sufrieran los países. Así, cuando llegó la Revolución Industrial, y el racionalismo imperó en las mentes humanas, las manifestaciones de amor se reprimieron. Y, por tanto, los besos pertenecían solo al ámbito de lo privado. Es una pena, pero nadie se besaba en la calle.
Tuvo que llegar el séptimo arte, en el siglo XX, para devolver a la escena pública un acto tan privado como es el besar. En la pantalla los protagonistas se besaban, y en las butacas, en la última fila, los espectadores también. Esta libertad en el cine, sin embargo, desapareció pronto con la llegada de los comités de censura.
Hubo que esperar a que finalizara el periodo de entreguerras y se acabara con los regímenes dictatoriales que imperaron en Europa y en muchos países latinoamericanos para que el movimiento hippy, el feminista y el ecologista devolvieran el color y la libertad a las calles. Basta pensar en Mayo del 68 para imaginarnos que por aquella época el beso no era sólo símbolo de amor, sino de rebeldía por lo impuesto. Los jóvenes no querían obedecer a sus padres, que les pedían recato, y disfrutaban del amor a plena luz del día. El amor libre llegó a las calles de las capitales más importantes del mundo. La primavera, y con ella el amor, floreció de nuevo. Y del fruto de esa expresión llegaron muchos de los jóvenes de hoy, que ahora disfrutan en lo privado y en lo público del arte de besar.
La calle del amor. y http://www.portalplanetasedna.com
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