Cuentos para enseñar valores: Generosidad

7 feb 2008

Todos sabemos por propia experiencia lo que cuesta convencer a un niño pequeño de que debe compartir sus coches con su hermano o sus lápices de colores con un compañero de clase. No surte efecto explicarles lo importante que resulta ser generoso con los demás (y consigo mismo) para alcanzar nuestra propia felicidad. Ni convencerles del placer que sienten los demás cuando somos generosos con ellos. Lo más intuitivo y eficaz es utilizar nuestro ejemplo y contarles cuentos en los que el protagonista es generoso con las personas que le rodean y acaba siendo querido y admirado por las mismas.

Los cuentos recomendados que no están adjudicados a ninguna edad en especial. Son relatos que podéis adaptar a vuestros hijos en función de su madurez y su nivel de comprensión.

¿Qué cuento se puede contar?

Un ejemplo de cuento que trata la generosidad es: "El pobre y el rico" (J. y W.Grimm)

Hace mucho tiempo, un ángel bajó a la tierra. Estaba cansado de tanto andar y vio dos casas, una era grande y bonita y la otra pequeña y de aspecto pobre. Pensó que para el rico no sería una carga, así que llamó a su puerta para pedir posada. Pero el hombre rico, cuando vio que el ángel llevaba ropas sencillas, dijo que no le podía acoger. Entonces el ángel se dirigió a la casa pequeña, donde el hombre pobre y su mujer le dieron la bienvenida y le ofrecieron todas las comodidades de que disponían. Cuando el ángel se dio cuenta de la generosidad del hombre pobre le concedió tres deseos: salud, amor y una casa nueva.

Cuando el hombre rico vio la casa nueva y se enteró de lo ocurrido, fue corriendo tras el ángel para pedirle tres deseos. El ángel le advirtió que no le gustaría que se cumplieran y que sería mejor que no desease nada, pero el hombre rico opinó que ya pensaría algo que le beneficiase si él le aseguraba que sus deseos se cumplirían. Y el ángel le concedió los tres deseos, pero como el hombre rico era muy avaricioso se volvieron en su contra. Mientras tanto, el hombre que le había dado cobijo vivió feliz y tranquilo para siempre.

Cuento completo.

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