Consejos para cuidar la voz del niño

18 feb 2008

Si el niño a menudo está ronco y se queda afónico con facilidad, sería conveniente averiguar cuáles son las causas y las situaciones desencadenantes. Para prevenir y ayudar al niño a canalizar sus emociones a través de la voz es útil saber cuándo acudir al logopeda y conocer algunos consejos imprescindibles.

Cada vez son más los casos de niños que frecuentemente se quedan roncos sin motivo aparente. Además, como la ronquera ya es habitual en su día a día ni siquiera se le da la importancia que merece. Normalmente los padres se acostumbran a la voz temblorosa y ronca del niño sin percibirlo como algo extraño.

Son niños que se levantan por la mañana con la voz normal y que a lo largo del día empiezan a tener pequeños episodios de ronquera y afonía. Cuando cae la noche y llega la hora de acostarse, prácticamente han perdido la voz.

¿Por qué se queda afónico?


Los problemas relacionados con la voz aparecen en el inicio de la edad escolar, alrededor de los 6 o 7 años de edad. En este período, el niño se encuentra en una etapa de explosión de emociones sin parar de jugar y descubrir nuevas sensaciones junto con los que le rodean.

A lo largo del día, el niño va perdiendo su voz poco a poco dañándose la garganta por un exceso en el uso vocal y debido al juego y la estimulación que le produce gritar demasiado, reír muy fuerte, hablar en exceso, y estar constantemente haciendo uso de la voz sin descansar lo suficiente.

Cuando el niño empieza a tener la garganta dolorida, él mismo empieza a carraspear de vez en cuando para intentar aliviar la sensación de dolor. Esta manera de toser lo único que le va a producir es una mayor irritación de la laringe.

Al llegar la noche, se encontrará a penas sin voz o con un timbre muy deteriorado.

Situaciones de abuso vocal

Los momentos en los que deberíamos vigilar el abuso vocal del niño son los siguientes:

* El patio del colegio, donde la mayoría de los niños juegan gritando.
* Lugares muy ruidosos en los que es necesario elevar la voz para que se nos escuche correctamente (llevar a un niño a bares, a conciertos...)
* Sitios en los que puede haber mucho humo o una refrigeración muy elevada.
* Jugando al aire libre.
* Durante la práctica deportiva.

¿Cuándo acudir al logopeda?

Si notas que tu hijo eleva la voz en situaciones en que no es necesario hacerlo deberías tratar de ayudarle a corregir esa actitud. En primer lugar habría que llevarle al logopeda para que le hiciera una audiometría para medir la calidad acústica de sus oídos (ya que a lo mejor eleva la voz porque no oye adecuadamente). Si la audición es perfecta, entonces es cuando nos encontramos ante un caso de abuso vocal que hay que tratar.

Otro motivo para acudir al logopeda sería si el niño se queja a menudo de dolor en la garganta y en la zona del cuello. En este caso podríamos encontrar inflamación en las cuerdas vocales con ausencia o no de nódulos (bultos de inflamación). Este sería el caso extremo que deberíamos evitar que suceda.

Consejos para cuidar la voz del niño

* No exponer al niño a ambientes ruidosos.
* No tener en casa la televisión demasiado alta pues sin darnos cuenta nos acostumbramos casi a gritar para que nos oigan.
* Dar ejemplo de no utilizar el grito para pedir las cosas o llamar la atención.
* Beber mucho líquido para hidratar la garganta lo suficiente y evitar el carraspeo.
* Tratar de humidificar el ambiente con cacitos de agua o utensilios preparado para ello.
* Enseñarle a practicar juegos que no sea necesario un esfuerzo vocal.

Además, los niños que normalmente sufren de fatiga vocal por un uso excesivo y sobreesfuerzo en la laringe suelen ser niños nerviosos, agresivos y con mucha ansiedad. Con ellos podemos trabajar en casa a través de:

* El masaje infantil; realizarle un pequeño masaje con crema después del baño que le dejará relajado y le ayudará a canalizar las tensiones y las emociones.
* Técnicas de relajación; para que el niño disminuya sus niveles de ansiedad y domine sus propias emociones.

En conclusión, conviene observar si el niño a menudo grita demasiado y realiza un gran esfuerzo vocal a la hora de hablar. Sería necesario observar en qué situaciones se produce esta fatiga vocal, que en la mayoría de los casos le llevaría a una pérdida de la voz. Deberíamos procurar poner remedio antes de que el niño se queje de dolor de cuello o garganta y ayudarle a cuidarse la voz a través de diversas técnicas y los consejos prácticos mencionados anteriormente.

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