Las tabletas electrónicas han facilitado los procesos comunicativos de
personas con ausencia de habla. El mejor ejemplo la aplicación Ablah, creada y desarrollada por un padre con dificultades para comunicarse con su hijo que padece autismo. Sigue leyendo...
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1 comentarios:
Muy interesante.
La verdad es que todos los profesionales nos tenemos que poner las pilas para ver cómo podemos utilizar las nuevas tecnologías para ayudar a nuestros pacientes
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