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Desarrollo del lenguaje

26 ago 2015

Hola amigos/as, al hilo del post Pautas para mejorar la capacidad lingüística del niño contactó conmigo la redactora de la web maternidadfacil. Es para mi un placer compartiros el artículo que, sobre la adquisición lingüística, ella también publica desde su página. Os copio a continuación un resumen que en ella aparece y os invito a echarle un vistazo, es un artículo muy extenso que os puede gustar ;)

"Los primeros años de vida del niño son fundamentales a la hora de adquirir las habilidades necesarias para desarrollar el habla y el lenguaje. Los padres tienen un papel muy importante en el desarrollo del lenguaje y es fundamental fomentar ciertas habilidades desde que son bebés. Cada niño tiene un ritmo diferente de aprendizaje, pero por lo general hay un orden previsible y acontecimientos esperados según el niño crece. Este orden puede variar al igual que puede hacerlo el momento de la adquisición de un cierto hito. En la mayoría de los casos, esto no quiere decir que el niño tenga problemas en el desarrollo del lenguaje. Pero un retraso importante en la adquisición de alguno de los hitos, puede servir a los especialistas a la hora de diagnosticar ciertos trastornos del habla o del lenguaje."

La tartamudez en niños de 2 a 5 años

25 oct 2011

El comienzo de la tartamudez se sitúa en un 80% de los casos entre los 2 y los 5 años de edad y por lo general es gradual, aunque también puede ser repentino. En este período, el niño atraviesa un proceso difícil ya que está desarrollando habilidades del lenguaje muy complejas. Las repeticiones son normales (disfluencias típicas) si no se acompañan de esfuerzo o incomodidad al hablar (gestos-tensión). Es común escuchar en el habla de los niños preescolares estas disfluencias típicas tales como: pero pero; yo yo; cuacuando; que que fue; pu-pu-puedo; el de los el de los; etc.

Existen ciertos niños, sin embargo que tienen muchas de estas dificultades. En la mayoría de los casos, si la gente relacionada con ellos los escucha con paciencia y les responde de una forma calmada y tranquila la fluidez del niño recupera su normalidad.

Por lo tanto, no debemos mostrar signos de desaprobación, delante del habla del niño, “que habla distinto”. Un niño pequeño mide todo con el centímetro del amor. Si cuando habla y dice maaaama… y ve en la cara de su interlocutor, un gesto de desconcierto, el niño piensa que por la reacción de su interlocutor algo está mal, por lo tanto lo querrán menos, y decidirá poner mayor esfuerzo en hablar mejor. Cuando intente hacerlo, repetirá aún más. (Esto por supuesto se da con el paso del tiempo). Esto hará que el niño comience a hablar poco, retraerse socialmente por miedo a ser rechazado, cambiar palabras, etc. (carga psicológicamente negativa).

Por otro lado encontramos niños que también tienen interrupciones en su fluidez, pero las acompañan de esfuerzo y tensión al hablar.

Frente a una exigencia del medio, algunos niños intentan evitar estas repeticiones y se esfuerzan para hablar, para que el mensaje sea continuo. Este esfuerzo genera tensión en los músculos implicados en el habla y en el cuerpo en general. El aumento de tensión aumenta la disfluencia. Las disfluencias acompañadas por tensión dejan de ser típicas y se convierten en disfluencias atípicas, siendo éstas un SIGNO DE ALARMA, que se puede detectar para derivar adecuada y tempranamente.

Signos de alarma:

  • Repetición de partes de palabra, palabras y/o frases, en número y frecuencia aumentada.
  • Cambios de intensidad y frecuencia de la voz.
  • Pausas, interjecciones y/o muletillas en un número mayor al habitual.
  • Incomodidad al hablar.
  • Esfuerzo al hablar.
  • Prolongaciones.
  • Tensión corporal visible y audible.
  • Dificultad al empezar a hablar y/o en mantener el patrón respiratorio.
  • Cambio de palabra por temor al bloqueo. Miedo a producir determinados sonidos.
  • Evitar hablar o contestar con monosílabos (sí, no, vale,…).
  • Miedo a enfrentar determinadas situaciones verbales.
  • Poca participación en clase. Timidez exacerbada.
Algunos consejos:

  • Saber escuchar sin darle prisa.
  • Darle tiempo para hablar, para que pueda expresar cómodamente su mensaje.
  • No interrumpir cuando habla ni dejar que él interrumpa a los demás. Respetar los turnos para hablar.
  • Formularle preguntas una a una y sólo las necesarias.
  • Modificar tu propio lenguaje para no acelerar y evitar ritmos vertiginosos.
  • Hablarle con frases cortas y con un lenguaje fácil, es decir, adecuado para su edad.
  • No decirle: “para, vuelve a empezar”, “no te apures”, “habla despacio”. Este tipo de correcciones aumentan la tensión.
  • Utilizar, simultáneamente la comunicación no verbal: acariciarlo, mirarlo, tocarlo, aceptarle juegos no verbales.
  • La disfluencia puede pasar inadvertida en la escuela porque el alumno no fluente, no habla o habla poco.
Puedes leer ésto y mucho más descargando la guía para docentes de la Fundación Española de la Tartamudez.

Tratamientos para la tartamudez

28 sept 2009

Son muy diversos los abordajes que se han empleado para el tratamiento de la tartamudez. Con frecuencia se suelen agrupar distintas estrategias en forma de programas estructurados. Suelen tener bien determinados el número, duración y periodicidad de las sesiones, el director de la misma (logopeda, estudiante, pediatra, psicólogo, otro individuo tartamudo, padres, etc.), los integrantes (uno o varios padres con niños y uno o varios terapeutas, grupo de pacientes, etc.), los temas a tratar en cada una, el lugar de celebración y la fórmula (presencial o virtual), etc. El perfil profesional del terapeuta puede variar dependiendo del tipo de tratamiento. En general suelen ser psicólogos, logopedas o licenciados con especialidad en tartamudez, pero en estudios diferentes los perfiles de los profesionales que llevan a cabo una misma intervención pueden ser bien diferente.

Según la teoría etiológica sobre el origen de la tartamudez en que se apoye el terapeuta, el tipo de tratamiento propuesto varía.


Técnica de seguimiento, habla en sombra o eco.
Se intenta que la persona tartamuda repita las palabras dichas por el clínico mientras habla o lee un texto. Lo que se pretende es conseguir que atienda prioritariamente a la información que le llega por el canal auditivo. Por otra parte, el individuo, al imitar, parece olvidarse de sus dificultades y deja de cometer errores.

Técnica de encubrimiento o enmascaramiento.
Se somete al individuo a un ruido blanco (ruido con una amplia gama de tonos) mediante unos auriculares, al tiempo que lee o habla, por lo que no puede oírse a sí mismo. De esta forma se consigue eliminar la retroalimentación auditiva y ósea y, en consecuencia el desfase entre ambas. Cuando no podemos escucharnos enlentecemos nuestro patrón de habla y en los tartamudos se produce una reducción de los errores.
Técnica de habla rítmica, silabeo o metrónomo.

Se pretende que la persona tartamuda aprenda a hablar con un ritmo determinado, generalmente más lento que el suyo habitual, que se le va marcando. La introducción de un ritmo en el habla reduce en gran medida las dificultades de la tartamudez y permite la distracción del niño que deja de atender a su propio tartamudeo. Este ritmo se puede producir mediante un metrónomo, balanceo rítmico de los brazos (como un juego), palmadas etc.

Retroalimentación auditiva demorada o habla retardada.

Consiste en presentar por medio de unos auriculares el discurso que el niño acaba de decir, escuchando de esta manera su propia voz unos segundos después.

Refuerzo positivo a respuestas alternativas a la tartamudez.
Esta técnica sigue la hipótesis de la tartamudez como conducta adquirida por aprendizaje operante. Hay numerosos programas de tratamiento que siguen esta técnica. El más conocido a nivel internacional es el Programa Lidcombe. En él, los padres dan directrices durante las conversaciones con los niños. Consisten en: reconocimiento o aprobación de los periodos sin tartamudez, reconocimiento de la tartamudez y petición al niño de que corrija el tartamudeo, aprobación de la correcta
autoevaluación de los periodos sin tartamudez y aprobación de la espontánea autocorreccción del tartamudeo. Esas directrices no son constantes, intensivas ni invasivas y los padres son positivos y reforzadores del niño.

Tiempo fuera.
En esta técnica, cuando los sujetos tartamudean, se enciende una luz roja durante diez segundos, y en este tiempo no se puede hablar.

Contracondicionamiento.

El sujeto debe ser entrenado para interrumpir su habla en el momento de tartamudear e inspirar profundamente. El programa incluye otros aspectos: formulación de pensamientos antes de hablar, identificación de situaciones favorables al tartamudeo, períodos de habla cortos, ejercicios diarios de respiración, procedimientos de relajación, exhibición de las mejoras corregidas y apoyo de los familiares y personas próximas. Otra forma de contracondicionamiento es la “economía de Token”. Se trata de una forma de condicionamiento operante que se usa en las modificaciones de comportamiento y que supone recompensas por los comportamientos deseados y retirada de las mismas por los no deseados.

Desensibilización sistemática.
Consiste en descubrir a la persona tartamuda, durante las sesiones de tratamiento, las situaciones que le producen mayor ansiedad y por lo tanto mayor número de disfluencias, simulando y analizando cada situación. Se suelen acompañar de elementos que objetivan el aumento de ansiedad, por ejemplo mediante electromiografía.

Entrenamiento en habilidades sociales.
Supone el entrenamiento en técnicas de relación social y asertividad que le van a servir a la persona como recursos específicos para desenvolverse en aquellas situaciones que más tensión le provocan.

Autoaceptación.

Supone que a través del autoconocimiento y la autoconciencia aumente la estima personal. Se persigue la libertad y la funcionalidad en el habla.

Control de la respiración.
Aprender a respirar correctamente supone una parte importante en todos los tratamientos, ya que los sujetos expulsan el aire con rapidez, oscilando bruscamente la cantidad de aire retenida, intentan hablar cuando carecen de aire en los pulmones y en algunos casos respiran superficialmente y con jadeos. El tratamiento pretende que el niño aprenda a controlar la respiración mientras habla o lee.

Relajación.

El aprendizaje de técnicas para relajarse y evitar la ansiedad supone una parte importante de muchos programas. Los recursos con los que se cuenta son variados: manipulaciones, movilizaciones, masajes y estiramientos.

Fármacos.
Hasta ahora el único fármaco que en España tiene aprobada la indicación para el tratamiento de la tartamudez es el haloperidol. Se han probado otros antidopaminérgicos con menores efectos secundarios: la ziprasidona, la olanzapina y la risperidona. Otros fármacos que se han usado son los antidepresivos, tanto los tricíclicos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y también los antagonistas del calcio, los antiepilépticos y la toxina botulínica. Se han probado además los fármacos contra los síntomas relacionados con la ansiedad, ansiolíticos y betabloqueantes.

Reeducación del patrón de habla.
Se trata de aumentos sistemáticos de fluidez en el habla. Entre estas técnicas se encuentran: entrenamiento en el que la persona que tartamudea mantiene un flujo de aire mientras habla, técnicas de prolongación, de continuidad de la dicción o de incremento gradual en longitud y complejidad del discurso. Casi todas se pueden aplicar tanto a niños como a mayores, pero algunas tienen una forma específica para la población infantil. La forma infantil del habla continuada, se denomina “habla fácil”.

Fuente: Informe 5/2007 de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias
de Andalucía.

¿Por qué tartamudea un niño?

10 oct 2008

El habla empieza con el primer llanto después del nacimiento. A partir de ese momento el habla se desarrolla rápidamente durante los dos primeros años de vida, durante los cuales el niño aprende a hacer sonidos, palabras y, con el tiempo, breves frases que tienen sentido. Cuando empieza a formar frases más largas, entre los dos y seis años de edad, es posible que experimente dificultades notables para hablar de una forma fluida. Todos los niños repiten paltbras y frases, vacilan a menudo, y tienen problemas de vez en cuando con el libre flujo de palabras, pero algunos tienen problemas más graves y duraderos. Si crees que tu hijo tiene más dificultades que otros niños, es natural que te preocupes preguntándote si empieza a tartamudear.

Es difícil contestar la pregunta de por qué un niño tartamudea. Lo más fácil es empezar con: "No estamos seguros, pero. . ." Parece que los niños tartamudean por muchas razones que varían de niño a niño. Además, un niño puede seguir tartamudeando después de que han desaparecido las primeras causas de su tartamudeo. Por ejemplo, hay evidencia que indica que a algunos niños pequeños se les hacen difíciles la coordinación y las secuencias de los movimientos que son necesarias para hablar rápidamente. Esta falta de coordinación puede causar defectos de fluidez, así como la mala coordinación de los músculos principales puede hacer tropezar al niño que aprende a caminar. A medida que aprende el niño a controlar los músculos necesarios para hablar, el tartamudeo puede continuar en algunos casos y desaparecer en otros.

Asimismo, ciertas clases de tensión emocional, sea el resultado de un solo suceso penoso o de una experiencia habitual, pueden perturbar los hábitos de hablar de casi todo el mundo. Esto afecta sobre todo al niño pequeño, porque no sabe todavía controlar sus emociones y siente que muchas cosas le amenazan. Las interrupciones en su dicción pueden llegar a ser un síntoma de angustia o conflicto interior. El niño puede llegar a temer ciertas situaciones que le recuerdan otras en que se le ha hecho difícil hablar bien. Esto no es decir, sin embargo, que empiece a tartamudear todo niño que tiene experiencias penosas.

Los defectos de fluidez normales que afectan a todos los niños pueden convertirse en una causa de problemas. A consecuencia de las reacciones propias o ajenas, el niño puede llegar a creer que tiene que eliminar los defectos de fluidez normales. Cuando sucede esto, cuanto más se esfuerza el niño por deshacerse de sus defectos, más graves se hacen, atrayendo al mismo tiempo la crítica de otras personas. Así se inicia un círculo vicioso y no tarda el niño en verse atrapado en una forma de hablar que no puede controlar.

Tal vez te hayas preguntado si tu hijo tartamudea a consecuencia de algún susto intenso. Aunque un susto puede suscitar una breve interrupción en el hablar, no suele causar el tartamudeo permanente. ¿Puede contagiarse el tartamudeo mediante la imitación? La evidencia indica que esto no sucede casi nunca.

El tartamudeo parece darse en ciertas familias. ¿Indica esto que sea hereditario, teniendo una base orgánica? El tartamudeo sólo se encuentra en el 1% de la población, y varía mucho en la misma persona según el momento, de modo que es difícil de estudiar científicamente. Algunos investigadores creen haber encontrado una base hereditaria de las interrupciones del hablar, y es cierto que éstas pueden causar el tartamudeo en algunos, pero no todos, los casos.

En fin, se puede comprender por qué no es posible declarar con certeza que un niño tartamudea por una razón concreta, aunque se han identificado muchos de los factores que contribuyen a que sea un problema grave. Algunos de estos factores dependen del niño, y otros dependen de las percepciones, actitudes y comportamiento de los padres.

Texto extraído de "SI SU HIJO TARTAMUDEA. UNA GUÍA PARA LOS PADRES". Publicación original de la: STUTTERING FOUNDATION OF AMERICA. Si quieres descargar la guía, haz click aquí.

Disfemia: información para adultos

5 mar 2008

Tal vez parezca que la disfemia o tartamudeo es un problema fácil de resolver con unos consejos sencillos, pero para los adultos puede ser un desorden crónico que dura la vida entera. Aunque no se saben todavía las causas exactas, sí se sabe que el tartamudeo no es un problema psicológico. A continuación se dan unos consejos para que tú, como interlocutor, puedas ayudar a quienes tartamudean.

Cómo reaccionar cuando se habla con alguien que tartamudea

· Evita hacer comentarios como: “Más despacio,” “Ponte tranquilo,” “Respira hondo,” “Relájate,” “No te pongas nervioso,”… consiguen acentuar la situación.

· Te sentirás “tentado” a acabar las palabras o frases. Procura no hacerlo.

· Mantén un contacto visual y no te avergüences o sonrojes delante de la situación.

· Utiliza tú mismo un ritmo pausado a la hora de hablar con una persona con disfluencias, sin llegar a parecer poco natural o exageradamente lento. El habla así crea una buena comunicación con cualquier persona con quién hables.

· Intenta transmitir a la persona que lo importante es lo que está diciendo y no cómo lo dice.

· Ten en cuenta que normalmente una persona con dificultades en su habla tendrá más dificultad en controlarse hablando por teléfono. Sé extremádamente paciente. Si coges el teléfono y no oyes nada, asegúrate que no sea alguien con problemas de tartamudez.

El uso del teléfono

Muchas personas tartamudeen o no, tienen problemas a la hora de utilizar el teléfono.

Observa alguna persona que no tartamudea enfrentarse con la situación. Algunos tardan algunos segundos en contestar. Otros utilizan la muletilla introductoria: “Um, eh…” Otros resultaran muy expresivos con sus manos y cara, incluso a veces hablaran en voz alta y de forma agresiva.

La utilización del teléfono puede causar una gran angustia y cada persona deberá enfrentarse a ello desde distintas perspectivas.

Si como persona tartamuda, tienes un problema utilizando el teléfono quizás encuentres en este folleto consejos útiles.

Llamando a los demás

Llamar por teléfono puede analizarse en 3 fases: La preparación, la llamada y comprobar cómo lo hiciste.

· Preparación

Asegúrate que sepas porqué estás llamando. Escribe los puntos claves en un papel y sostenlo delante tuyo cuando estés llamando.

Intenta llamar a un amigo/a familiar justo antes de la “gran llamada”; esto podría ayudar a relajarte.

Si tienes una lista de llamadas que hacer, enuméralas, en orden ascendente a su dificultad. Empieza con la más sencilla y vas subiendo hasta la más difícil.

No intentes evitar esa llamada que tienes que hacer. Esta circunstancia acentuará el problema.

· La llamada

Muy a menudo, lo difícil es contactar con la persona adecuada; si te ponen con una operadora, ¿Sería más fácil el No. de la extensión o del departamento que decir el nombre de una persona? Ten en mente algunas primeras palabras, sé flexible en lo que quieres decir. Si empiezas a tartamudear, hazlo de forma abierta y suavemente, intenta no forzar la emisión de las palabras y sobre todo acuérdate de hablar más despacio.

No deben preocuparte mucho los “silencios”, ocurren en todas las conversaciones. Concéntrate sobre lo que debes decir y no en tus “bloqueos”. Tu objetivo es “comunicar”, tartamudees o no. Observa tu habla fluída; muchos tartamudos se olvidan sobre las situaciones en que son fluídos. Cuando estés fluído, haz más llamadas, aprovecha la situación. La fluidez en el habla conlleva confianza y la confianza a fluidez.

Observándose uno delante de un espejo, mientras se realiza la llamada, ayudará a que puedas observar dónde se acumula la tensión en tu cara y otras partes del cuerpo. Si perseveraste delante de una llamada difícil y te pareció que conseguiste comunicar bien tu mensaje, recuerda el sentimiento positivo de autoestima que conseguiste con ello y el éxito que has conseguido.

· Comprobando como lo hiciste

Muchas personas, no sólo las que tartamudean, llaman por teléfono, siendo conscientes de que ese día no tienen su habla fluída o que no han conseguido transmitir correctamente su mensaje.

Si piensas que una llamada ha provocado en ti un aumento de ansiedad y nerviosismo, intenta olvidarla; adopta una postura positiva, acuérdate que habrá futuras conversaciones donde tartamudees de forma mas fluída o no lo harás. Cada situación en que hables te proporcionará nuevas experiencias de las cuales podrás aprender. Si puedes, en casa, graba tus conversaciones telefónicas; anota cuidadosamente tu habla, haciendo hincapié en la velocidad utilizada y en lo que acontece antes de un bloqueo. Aprende de cada grabación y prepara nuevas estrategias para futuras llamadas. Llevar a cabo esta actividad, durante un periodo de tiempo, te ayudara a identificar las palabras y problemas recurrentes.

Recibiendo llamadas

Éste es el área donde tienes menos control, sin embargo puedes “salir al encuentro” de esa “tensión” que sientes cada vez que suena el teléfono.

Contesta siempre la llamada a tu ritmo. No corras a coger el teléfono. De nuevo prepara palabras iniciales: el nombre de tu organización o tu nombre. Utiliza lo que te resulte más cómodo para ese momento.

Concéntrate en la llamada que recibas. Acepta el hecho de que personas que te rodean pueden oír y ver tu bloqueo pero no permitas que su presencia te distraiga de tu llamada.

No tengas miedo a un silencio inicial si te cuesta emitir la primera palabra. Es bastante normal que alguien conteste el teléfono y luego no hable, bien porque esta acabando una conversación con un compañero o porque ha cogido el teléfono de otra persona.

La persona que te llama, también puede tartamudear, ten paciencia con otras personas que pueden ser ansiosas como tú y que pueden estar poniendo en práctica los puntos anteriormente citados.

Advertencia general

· La práctica debe ayudarte a encontrarte más animado y contento con la utilización del teléfono.
· Enfréntate al temor del teléfono. Habla sobre lo que tienes miedo de que ocurra y qué puedes hacer para mejorarlo.
· Se consciente de las situaciones que provocan en ti el que evites utilizar el teléfono. Intenta hacer todas las llamadas locales que puedas. Elige el llamar a una persona antes de escribirle una carta o presentarte en su casa.
· Intenta ser la persona que conteste el teléfono en casa. Admite de forma abierta que tartamudeas. Esto puede resultar muy difícil, si durante toda tu vida has intentado esconder o evitar hablar de este problema. Muchas personas han dicho que el hablar de ello les ha reducido sus ansiedades y temores.
· Observa y escucha a personas no tartamudear, utilizando el teléfono. Escucha su falta de fluidez y sus interjecciones.
· Da a los demás el beneficio de la duda. Si saben que tartamudeas luego ellos estarán preparados y entenderán posibles silencios.
· Finalmente: Practica, practica y practica… no dejes que un trozo de plástico, de tu vida moderna domine y condicione tu vida mucho mejor es que, aunque tartamudees, utilices el teléfono a que lo evites.

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Disfemia: Estrategias para Adolescentes

17 feb 2008

· COMUNÍCATE: Habla abiertamente sobre la tartamudez.

· HAZ ANALOGÍAS: Hablar es como conducir un automóvil o practicar un deporte.

· PIANO PIANO: Tartamudea lentamente. Usa pausas, pausas y más pausas al hablar.

· NO TODOS SERVIMOS PARA TODO, PERO, SÍ TODOS SERVIMOS PARA ALGO. Identifica y desarrolla las actitudes positivas que poseas: el deporte, la ciencia, la informática. Cultiva tus gustos: la música, la pintura, la lectura, la fotografía, etc.

· EL MOMENTO ES...AHORA: Piensa en metas a corto plazo.

· LA RISA...PLACER ETERNO: Usa el sentido del humor.

· Y YO...QUÉ: Piensa en tus otras cualidades comunicacionales: “Qué buen tono de voz tienes”; “Qué interesante es lo que dices”, etc.

· EL APOYO: Identifica las situaciones y las oportunidades donde puedas ayudar a los demás.

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Disfemia: Estrategias para niños

7 feb 2008

ESTRATEGIAS EFECTIVAS PARA EL MANEJO DE NIÑOS CON ALTERACIONES EN LA FLUIDEZ VERBAL.

·INICIO SUAVE: Esto significa que al empezar a hablar lo vas a hacer despacio, como lo hacen los hombres que caminan sobre la luna; deslizándote suavemente, como cuando estas nadando.

·SOLTAR: Puedes decir la frase/oración por partes, así vas despacio y te ayudas a eliminar la tensión en los músculos de tú cara y tú garganta.

·TARTAMUDEAR FACILMENTE: Algunas veces cuando tartamudeas, tú boca no hace lo que tú quieres que haga, cuando tartamudeas a propósito tú decides cómo hablar y las palabras no salen como “ellas” quieren. En ciertos momentos esto te ayuda a tartamudear menos.

·ALARGAR LAS PALABRAS: Cuando quieres empezar a hablar y no “arrancas” puedes “aaaalargar laaaas” palabras. Tú puedes practicar con diferentes palabras y es una manera de tartamudear fácilmente, sin que tus músculos de la cara y el cuello se pongan tensos.

·CANCELACIONES: Tú puedes repetir la palabra o parte de la oración que acabas de decir tartamudeada, pero esta vez más suavemente que la primera vez.

·REBOTANDO: Igual que la pelota puedes “rebotar” las las las palabras a propósito de una manera suave y fácil. Acuérdate que tú no quieres que tus músculos estén tensos cuando rebotas las palabras a propósito, a menos que estés aprendiendo a deshacerte de la tensión que ya tienes.

·LA BICICLETA: Hablar es como manejar una bicicleta: A veces vas despacio, a veces rápido; tienes que brincar obstáculos, desviarte; frenar si vas en bajada, esforzarte si vas en subida; caerte y volverte a levantar. Pero siempre…continúas adelante.

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Consejos para mejorar la disfemia infantil

5 feb 2008

· HABLAR DESPACIO:
Hablad con el niño sin apurarse, haciendo pausas frecuentes. Concientemente cuando estemos jugando haremos pausas como si estuviésemos “pensando” en una palabra. El niño debe aprender que las palabras no tienen que salir una tras otra, como el chorro de agua de un grifo. Diremos la palabra o dejaremos que el niño la diga por nosotros. Cuando el niño puede tolerar no-saber-una-palabra,las disfluencias asociadas a la conducta de angustia, tienden a disminuir.

· YO PRIMERO:
Todos tenemos tiempo para hablar y para escuchar. Es muy importante enseñar el respeto hacia la toma de turnos, con ello establecemos normas de conducta verbal y no verbal. Es niño/a debe aprender a esperar.

· MIRAR, PENSAR, HABLAR ESPERAR:
Después de que el niño termine de hablar hay que repetir lo que dijo, para asegurarnos de haber entendido el mensaje. Ante una pregunta esperar unos segundos para dar la respuesta.

· OTRA VEZ:
Reducid el número de preguntas, iniciad la conversación y hablar sobre la actividad que se está realizando.

· ME TOCA A MI:
Dramatizad, usad expresiones faciales y gestos para hacer saber al niño que habeis entendido lo que dijo.

· LA GIMNASIA:
Acompañad al niño/a LENTAMENTE en actividades motoras gruesas y finas (mecerse en el columpio, subir y bajar las escaleras, colorear, etc.).

· LA PLASTILINA:
Modelar un habla fácil, sencilla, directa y tranquila durante actividades como recortar, armar rompecabezas, pintar, jugar con plastilina, contar cuentos, etc.

· YO TE MIRO, TÚ ME MIRAS:
Estableced contacto visual cuando hableis con el niño/a. Si no es posible, decidle: ”Espérate un momento, ahora no te puedo atender.”

· SOMOS COMPLICES:
Compartid “secretos”. Haced uso del susurro y las confidencias.

· AVECES LAS PALABRAS BRINCAN:
Hablad abiertamente sobre las disfluencias.

· YO GANÉ:
Compartid el tiempo jugando, reduciendo la competencia, el adulto no debe terminar “más” rápido o pintar “más” bonito.

· EL SILENCIO:
Disfrutad del silencio, no es necesario hablar todo el tiempo.

Parte del texto extraído de www.ale-logopedas.org