Existen tres estilos generales de ser padres:
Autoritario: ponen normas estrictas que esperan sean obedecidas. Los niños deben mantenerse en su lugar y no los dejan expresar sus opiniones. Son padres que dirigen la familia partiendo de la tradición, poniendo énfasis en la estructura, el control y el orden, todo ello se vuelve una gran carga para el niño.
Permisivo: busca la aceptación y transmitir el mayor aliento posible. No suele fijar límites, no imponen exigencias fuertes, ni metas claras a sus hijos para que se desarrollen de acuerdo a su naturaleza.
Autorizado: equilibran los límites con el ambiente estimulante. Orientan sin controlar, dan explicaciones e implican a sus hijos en las decisiones. Se elogia la competencia y la independencia. Todo ello permite que los hijos crezcan con confianza en ellos mismos, independientes, sociales y con un elevado nivel de inteligencia emocional.
Principios básicos para educar con una disciplina positiva y efectiva:
Establecer límites y reglas claros y atenerse a ellos.
Dar advertencias y señales al niño cuando comienza a comportarse mal. Es una manera de enseñarles autocontrol.
Reforzar las buenas conductas con elogios y afecto ignorando las conductas que sólo buscan llamar la atención.
Educar a los hijos conforme nuestras expectativas. Dedicar tiempo para conversar sobre los valores y las normas y por qué estos son importantes.
Cuando se transgrede alguna norma o límite puesto, imponga inmediatamente una consecuencia adecuada y proporcionada.
Las emociones morales
El desarrollo moral de nuestros hijos significa que estos tengan sentimientos y conductas que reflejen preocupación por los demás: compartir, ayudar, estimular mostrar una conducta altruista, tolerancia hacia los demás, voluntad de respetar las normas sociales.
William Damon sugiere que para que los niños se conviertan en personas morales deben adquirir las siguientes capacidades emocionales y sociales:
Comprender lo que diferencia una conducta buena de una mala y desarrollar hábitos de conducta correctos.
Desarrollar interés, consideración y un sentido de responsabilidad por el bienestar y los derechos de los demás, expresando este interés mediante actos de atención, benevolencia, amabilidad y caridad.
Experimentar una reacción emocional negativa ante la transgresión de las normas establecidas.
La empatía
Existen dos componentes en la empatía, una reacción emocional hacia los demás que suele desarrollarse en los primeros seis años de vida y una reacción cognoscitiva que determina el grado en que los niños son capaces de percibir el punto de vista de la otra persona.
Fases de la empatía
En el primer año de vida los bebés suelen darse la vuelta para observar a un bebé que llora, posiblemente también se pondrá a llorar él.
Entre el primer y segundo año de vida, entran en una segunda etapa en la que pueden ver que la congoja de otro no es la suya, tratan de reducir la tristeza del otro.
A los seis años se inicia la etapa de la empatía cognoscitiva: la capacidad de ver cosas desde la perspectiva de otra persona y actuar en consecuencia. La empatía cognoscitiva no necesita comunicación emocional ( por ejemplo el llanto) porque el niño ya tiene un modelo interno, que ha desarrollado, de cómo puede sentirse una persona en una determinada situación.
A partir de los diez o doce años los niños proyectan su empatía más allá de aquello que le son próximos. Estamos en la etapa de la empatía abstracta.
Cómo desarrollar la empatía en nuestros hijos
Si queremos que nuestros hijos sean más empáticos, atentos y responsables debemos esperarlo de ellos. Establecer normas familiares claras y coherentes y no renunciar a ellas. Requerirles que sean responsables, adecuando siempre estas responsabilidades a sus edades y niveles madurativos, por ejemplo con tareas domésticas que no deben estar sujetas a recompensas, hay que ayudar en casa porque es lo correcto.
Si queremos que nuestros hijos sean atentos, responsables y considerados lo que hay que hacer es sencillo: aumente sus expectativas. Ser un padre permisivo es sencillo, hacerles la cama, los deberes,... Pero para que ellos sean más responsables debemos serlo aún más nosotros y para ello dejaremos de lado la idea de qué no es malo malcriarlos, porque sí lo es.
La verdad, la sinceridad y la confianza
Por regla general los padres tratan de proteger a los hijos de los problemas. Podemos ayudarlos aún más si decimos la verdad por muy dolorosa que esta pueda ser. Cuando explicamos la situación y detallamos los hechos, ellos aprenden que tenemos la fuerza emocional para examinar y enfrentarnos a las situaciones sea más o menos difíciles, aprendiendo así mismo que ellos también lo pueden hacer.
Es importante y no debemos olvidar lo siguiente:
no ocultar los sentimientos
no ocultar los errores
no temer decirles la verdad
CÓMO PODEMOS AYUDAR A NUESTROS HIJOS A VENCER LAS DIFICULTADES Y LOS PROBLEMAS. CAPACIDADES PARA LA RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS.
Lo más importante es que el niño/a pueda diferenciarse del problema, es decir que no sienta que él/ella es el problema, que está fuera de ellos, lo que les ayuda a situarlos en un nuevo marco de referencia.
Una estrategia que podemos utilizar es que los niños consideren el problema como su enemigo, que les pongan nombre. El nombre debe ser un sustantivo que les enoje, que les enfurezca para que se revelen contra él y luchen para vencerle. Se dan cuenta de que ellos no son los malos, lo malo es el problema que controla su conducta.
El paso siguiente es poner por escrito el problema, de esta manera la distancia entre el niño/a y el problema es mayor, la visión del mismo no es tan angustiosa y facilitará encontrar solución y también que es lo que lo generó.
Lo que se pretende es que los niños externalicen y ataquen sus problemas y conflictos.
La creación de imágenes mentales es una herramienta para reducir la aflicción psicológica y física. Se distrae la parte pensante del cerebro, las imágenes pueden debilitar los impulsos nerviosos evocados por la aflicción. La intensa concentración que se realiza para generar esas imágenes puede convertirse en un factor clave para poner en marcha un sistema interno de supresión del dolor. Según P. McGrath este tipo de distracción no es simplemente una táctica de diversión por medio de la cual los niños dejen de prestar atención al dolor, sino que realmente se reduce el dolor, creando un analgésico natural.
Podemos utilizar esta técnica para ayudarles a enfrentarse a distintas situaciones: el dentista, un examen, la lectura de una poesía ante toda la clase,...
Hay que tener en cuenta que la imagen que les propongamos debe ser acorde a su edad. Antes de proponerle la imagen asegurarnos de que el niño/a esta cómodamente sentado y relajado. A continuación describiremos la imagen con todo detalle, habla lentamente pero con emoción, no tengas prisa. Las imágenes tienen más sentido para los niños si se crean utilizando elementos con los que disfruten.
Por ejemplo un niño que tenga pesadillas, a quién le encanta pasear por el campo con sus padres y su perro. Le describiremos el paisaje, la temperatura del ambiente, como corre su perro, la pelota con la que juegan,...
Poco a poco él/ella aprenderá la técnica y podrá utilizarla durante toda su vida siempre que se enfrente a una situación que le estrese, al dolor,...
Utilizar el juego para enseñar a nuestros hijos a resolver los problemas es quizá la mejor estrategia. El juego del intercambio de ideas es un ejemplo, propone que los niños generen el mayor número posible de soluciones a un problema y que después escojan la alternativa más adecuada. De esta forma les ayudamos a que se enfrenten con el problema con más flexibilidad y creatividad. Necesitamos un tiempo de práctica antes de que perciban automáticamente los problemas en términos de soluciones posibles.
Primero utilizaremos los problemas interpersonales apropiados a la edad (miedo a la oscuridad, burlas de los compañeros,...) Después introduciremos problemas relacionados con experiencias cotidianas.
También hacerles incidir en las excepciones del problema. Por ejemplo no todos los niños de la clase se burlan de ti, en realidad sólo son dos niños de treinta, solo hay dos niños a quién no le caes bien al resto sí.
Como ya se ha dicho la práctica ayudará a los niños a solucionar los problemas y hará que se sientan capaces de hacerlo, a tener confianza en sí mismos.
Para los niños de mayor edad y los adolescentes, partiremos de planificar la secuencia lógica de acciones que dan como resultado alcanzar la meta deseada, comprender los pasos que se dan y utilizar diferentes estrategias para vencer las dificultades.
Las habilidades prosociales
Goldstein ha desarrollado un programa para la adquisición de estas habilidades enunciados en siete pasos:
Enseñar a los niños la importancia de frenarse para pensar detenidamente las cosas.
Enseñar a los niños a identificar y definir el problema.
Enseñarles a reunir la información desde su propia perspectiva, incluyendo opiniones, hechos e información desconocidos.
Enseñarles a reunir información desde la perspectiva de los otros, incluyendo lo que se puede hacer o decir y que obstáculos pueden anticiparse.
Enseñarles a evaluar las consecuencias y los resultados, incluyendo la manera de decidir entre varias elecciones posibles y anticipar que ocurrirá en respuesta a acciones y palabras específicas.
Lograr que ellos practiquen todo el proceso de resolución de problemas reforzando cada paso individual y alentándoles a persistir hasta alcanzar una solución bien pensada.
Artículo: www.inteligencia-emocional.org
Actitud Mental Positiva
La persona que tiene una Actitud Mental Positiva (AMP) frente a las adversidades no niega la realidad sino que la encara con un espíritu de lucha, de resolver problemas...
Desde la vivencia de malestar podemos interrogarnos y darnos cuenta de lo que nos está pasando. Pero conocer y admitir nuestras carencias, nuestras faltas, los huecos de nuestra vida no es para nada agradable.
Tomar conciencia de que enfermamos, envejecemos y morimos, de que nuestra existencia tiene un límite, de que aquellos a quienes amamos nos pueden dejar y, de hecho, nos dejan produce angustia.
Reconocernos como seres humanos con todas nuestras imposibilidades nos baja a tierra de un golpe. Saber que no sabemos y que necesitamos de otros para tantas cosas es una ofensa para nuestra ilusión de creernos completos.
Percatarnos de nuestro deslizamiento por el tiempo y compararnos con nuestras fotos de diez años atrás, observar que muchos de los que aparecen ya no están, comprender que toda una época terminó, nos invita a hacer un balance en donde hay mucho de pérdida, de falta, de oportunidades que dejamos y de renuncias a nuestros propios deseos para satisfacer el deseo de algún otro.
Muchas de esas carencias se mantienen y, si se toma conciencia de ellas, podemos preguntarnos... ¿Qué estoy haciendo con mi vida?
Poseer una Actitud Mental Positiva es admitir un estado temporario de malestar y desde ese "sentirse mal", admitir tener una dificultad, un problema, un imprevisto y hacer todo lo que se tiene a mano para resolver la cuestión.
Es decir, aceptar la situación desagradable y hacer lo que se tiene que hacer para producir un cambio.
El objetivo de la AMP o reflexiones adultas es tomar conciencia de que existen otras opciones diferentes a las que ofrece el Argumento de Vida.
Una creencia errónea del tipo "No sirvo para nada" vibra en un bajo nivel de energía y corporalmente se nota porque están implicados los músculos flexores: el cuerpo tiende a irse hacia abajo juntamente con la expresión del rostro.
Se sabe que las vibraciones negativas atraen otras semejantes. La Psicoterapia Integrativa no considera al pensamiento positivo un recurso válido para la transformación personal; sí, en cambio, a la Actitud Mental Positiva. Esta actitud no tiene nada que ver con la autohipnosis sino con el hecho de darse cuenta de que existe otra manera de ver las cosas e insiste en la propia responsabilidad para cambiarlas.
Las personas que tienen ante la vida una actitud mental positiva sufren las vicisitudes desagradables igual que los que tienen un actitud mental negativa con la diferencia de que los primeros ejercen una ejecutividad para resolver los problemas mientras que los segundos se abruman y se inmovilizan.
Veamos esto con más detalle. Es la actitud positiva ante la vida lo que hace que un acontecimiento negativo no tenga la negatividad que de por sí tiene.
El fastidio, la preocupación, los momentos de malhumor e intolerancia, las caídas energéticas, los malestares corporales, las dolencias y enfermedades propias o de seres queridos, los problemas económicos, electrodomésticos que se descomponen, gente tóxica que nos invita a sentirnos mal, frustraciones vocacionales, fatiga y desagrado laboral, desocupación, sueldos bajos, hijos con dificultades escolares y/o con problemas personales, conflictos de pareja, etc., siempre van a existir en más o en menos para todos nosotros.
Con una actitud positiva las dificultades se sobrellevan mejor, se piensa reflexivamente y nos impulsa a la búsqueda de soluciones que si tuviéramos una actitud negativa; pero las dificultades existen y nos invitan, permanentemente, a no sentirnos felices.
No debemos creer que la actitud positiva es sinónimo de felicidad sino de ejecutividad; una persona con actitud positiva sufre momentos de malestar pero hace algo al respecto mientras que una con actitud negativa se queja, se desespera, se violenta, se agarra la cabeza, culpa a otros, insulta a la dificultad y... no hace nada
Puedo hacerlo - Soy capaz
Quiero lograrlo - Así será
Quien no conoce las tinieblas jamás sabrá lo que es la Luz y es en la Luz donde deberemos plenamente actuar.
Quien no conoce el odio jamás sabrá lo que es el Amor y es en el Amor donde deberemos plenamente actuar.
Autora: Angela Puglia Barceló
Desde la vivencia de malestar podemos interrogarnos y darnos cuenta de lo que nos está pasando. Pero conocer y admitir nuestras carencias, nuestras faltas, los huecos de nuestra vida no es para nada agradable.
Tomar conciencia de que enfermamos, envejecemos y morimos, de que nuestra existencia tiene un límite, de que aquellos a quienes amamos nos pueden dejar y, de hecho, nos dejan produce angustia.
Reconocernos como seres humanos con todas nuestras imposibilidades nos baja a tierra de un golpe. Saber que no sabemos y que necesitamos de otros para tantas cosas es una ofensa para nuestra ilusión de creernos completos.
Percatarnos de nuestro deslizamiento por el tiempo y compararnos con nuestras fotos de diez años atrás, observar que muchos de los que aparecen ya no están, comprender que toda una época terminó, nos invita a hacer un balance en donde hay mucho de pérdida, de falta, de oportunidades que dejamos y de renuncias a nuestros propios deseos para satisfacer el deseo de algún otro.
Muchas de esas carencias se mantienen y, si se toma conciencia de ellas, podemos preguntarnos... ¿Qué estoy haciendo con mi vida?
Poseer una Actitud Mental Positiva es admitir un estado temporario de malestar y desde ese "sentirse mal", admitir tener una dificultad, un problema, un imprevisto y hacer todo lo que se tiene a mano para resolver la cuestión.
Es decir, aceptar la situación desagradable y hacer lo que se tiene que hacer para producir un cambio.
El objetivo de la AMP o reflexiones adultas es tomar conciencia de que existen otras opciones diferentes a las que ofrece el Argumento de Vida.
Una creencia errónea del tipo "No sirvo para nada" vibra en un bajo nivel de energía y corporalmente se nota porque están implicados los músculos flexores: el cuerpo tiende a irse hacia abajo juntamente con la expresión del rostro.
Se sabe que las vibraciones negativas atraen otras semejantes. La Psicoterapia Integrativa no considera al pensamiento positivo un recurso válido para la transformación personal; sí, en cambio, a la Actitud Mental Positiva. Esta actitud no tiene nada que ver con la autohipnosis sino con el hecho de darse cuenta de que existe otra manera de ver las cosas e insiste en la propia responsabilidad para cambiarlas.
Las personas que tienen ante la vida una actitud mental positiva sufren las vicisitudes desagradables igual que los que tienen un actitud mental negativa con la diferencia de que los primeros ejercen una ejecutividad para resolver los problemas mientras que los segundos se abruman y se inmovilizan.
Veamos esto con más detalle. Es la actitud positiva ante la vida lo que hace que un acontecimiento negativo no tenga la negatividad que de por sí tiene.
El fastidio, la preocupación, los momentos de malhumor e intolerancia, las caídas energéticas, los malestares corporales, las dolencias y enfermedades propias o de seres queridos, los problemas económicos, electrodomésticos que se descomponen, gente tóxica que nos invita a sentirnos mal, frustraciones vocacionales, fatiga y desagrado laboral, desocupación, sueldos bajos, hijos con dificultades escolares y/o con problemas personales, conflictos de pareja, etc., siempre van a existir en más o en menos para todos nosotros.
Con una actitud positiva las dificultades se sobrellevan mejor, se piensa reflexivamente y nos impulsa a la búsqueda de soluciones que si tuviéramos una actitud negativa; pero las dificultades existen y nos invitan, permanentemente, a no sentirnos felices.
No debemos creer que la actitud positiva es sinónimo de felicidad sino de ejecutividad; una persona con actitud positiva sufre momentos de malestar pero hace algo al respecto mientras que una con actitud negativa se queja, se desespera, se violenta, se agarra la cabeza, culpa a otros, insulta a la dificultad y... no hace nada
Puedo hacerlo - Soy capaz
Quiero lograrlo - Así será
Quien no conoce las tinieblas jamás sabrá lo que es la Luz y es en la Luz donde deberemos plenamente actuar.
Quien no conoce el odio jamás sabrá lo que es el Amor y es en el Amor donde deberemos plenamente actuar.
Autora: Angela Puglia Barceló
0
comments
Labels:
Inteligencia Emocional
Share on Twitter, Facebook, Delicious, Digg, Reddit Email This BlogThis! Share to X Share to Facebook
Share on Twitter, Facebook, Delicious, Digg, Reddit Email This BlogThis! Share to X Share to Facebook

10 Actividades para desarrollar la madurez lectora
La preparación para la lectura comienza antes de que el niño sea capaz de reconocer las letras. De hecho para abordar la lectura y no presentar dificultades en su aprendizaje se recomienda que el niño adquiera la denominada "conciencia fonológica", es decir, que reconozca los sonidos que forman las palabras que utilizamos para comunicarnos y que sea capaz de cambiarlos para formar nuevas palabras.
Por eso, para experimentar la “conciencia fonológica”, los niños deben comenzar a jugar con los sonidos del lenguaje. Motívalos a que jueguen y experimenten con los sonidos, creando palabras sin sentido, repitiendo palabras que riman, cantando canciones y recitando. Cada una de estas actividades les ayudará a experimentar con el sonido:
1- Juegua al juego del “Veo-Veo”, pidiéndole al niño que encuentre un objeto que comience con una letra específica. “Veo-Veo una cosita que empieza con la letra B”
2- Elije una letra del alfabeto, comenzando con una letra que aparezca en el nombre del niño. Durante todo el día, buscad objetos que comiencen con esa letra.
3- Inventa rimas para el nombre de tu hijo(a); “Sara, bonita eres de cara”.
4- Haz el sonido de una letra. Pídele al niño que intente encontrar esa letra en un libro o periódico. Lee en voz alta la palabra que tiene esa letra.
5- Describe las cosas que ve al aire libre, usando palabras que comiencen con el mismo sonido: “casa cuadrada”, “perro pequeño”, “bote bonito.”
6- Inventa tu propia rima sobre algo de tu casa. “Al patito chiquitito le picó un mosquito”
7- Escoje una canción o una rima que sepais tu hijo y tú. Cantadla en voz alta, aplaudiendo al ritmo de las palabras.
8- Lee con tu hijo una historia que rime o cantad juntos una canción. Deja que el niño vaya completando las palabras que riman.
9- Inventa rimas de dos palabras acerca de artículos que tengais en casa, como por ejemplo “silla pilla” y “globo bobo.” Mejor si las rimas son cómicas.
10- Recita una rima infantil o poema, línea por línea. Pídele al niño que repita cada una de las frases u oraciones después de que tú las vayas diciendo. Por ejemplo la popular retahíla "estaba la rana":
ESTABA LA RANA
Cuando la rana se puso a cantar, vino la mosca y la hizo callar. La mosca a la rana, la rana que estaba cantando sentada debajo del agua, gua, gua, gua.
Cuando la mosca se puso a cantar, vino la araña y la hizo callar. La araña a la mosca, la mosca a la rana, la rana que estaba cantando sentada debajo del agua, gua, gua, gua.
Cuando la araña se puso a cantar, vino el ratón y la hizo callar. El ratón a la araña, la araña a la mosca, la mosca a la rana,la rana que estaba cantando sentada debajo del agua, gua, gua, gua. Cuando el ratón se puso a cantar, vino el gato y le hizo callar. El gato al ratón, el ratón a la araña, la araña a la mosca, la mosca a la rana, la rana que estaba cantando sentada debajo del agua, gua, gua, gua.
Cuando el gato se puso a cantar, vino el perro y le hizo callar. El perro al gato, el gato al ratón, el ratón a la araña, la araña a la mosca, la mosca a la rana, la rana que estaba cantando
sentada debajo del agua, gua, gua, gua.
Cuando el perro se puso a cantar, vinieron los niños y le hicieron callar. Los niños al perro, el perro al gato, el gato al ratón, el ratón a la araña, la araña a la mosca, la mosca a la rana, la rana que estaba cantando sentada debajo del agua, gua, gua, gua.
Cuando los niños se pusieron a cantar ni la maestra les hizo callar.
Texto extraído de: psicologoescolar.com
Por eso, para experimentar la “conciencia fonológica”, los niños deben comenzar a jugar con los sonidos del lenguaje. Motívalos a que jueguen y experimenten con los sonidos, creando palabras sin sentido, repitiendo palabras que riman, cantando canciones y recitando. Cada una de estas actividades les ayudará a experimentar con el sonido:
1- Juegua al juego del “Veo-Veo”, pidiéndole al niño que encuentre un objeto que comience con una letra específica. “Veo-Veo una cosita que empieza con la letra B”
2- Elije una letra del alfabeto, comenzando con una letra que aparezca en el nombre del niño. Durante todo el día, buscad objetos que comiencen con esa letra.
3- Inventa rimas para el nombre de tu hijo(a); “Sara, bonita eres de cara”.
4- Haz el sonido de una letra. Pídele al niño que intente encontrar esa letra en un libro o periódico. Lee en voz alta la palabra que tiene esa letra.
5- Describe las cosas que ve al aire libre, usando palabras que comiencen con el mismo sonido: “casa cuadrada”, “perro pequeño”, “bote bonito.”
6- Inventa tu propia rima sobre algo de tu casa. “Al patito chiquitito le picó un mosquito”
7- Escoje una canción o una rima que sepais tu hijo y tú. Cantadla en voz alta, aplaudiendo al ritmo de las palabras.
8- Lee con tu hijo una historia que rime o cantad juntos una canción. Deja que el niño vaya completando las palabras que riman.
9- Inventa rimas de dos palabras acerca de artículos que tengais en casa, como por ejemplo “silla pilla” y “globo bobo.” Mejor si las rimas son cómicas.
10- Recita una rima infantil o poema, línea por línea. Pídele al niño que repita cada una de las frases u oraciones después de que tú las vayas diciendo. Por ejemplo la popular retahíla "estaba la rana":
ESTABA LA RANA
Cuando la rana se puso a cantar, vino la mosca y la hizo callar. La mosca a la rana, la rana que estaba cantando sentada debajo del agua, gua, gua, gua.
Cuando la mosca se puso a cantar, vino la araña y la hizo callar. La araña a la mosca, la mosca a la rana, la rana que estaba cantando sentada debajo del agua, gua, gua, gua.
Cuando la araña se puso a cantar, vino el ratón y la hizo callar. El ratón a la araña, la araña a la mosca, la mosca a la rana,la rana que estaba cantando sentada debajo del agua, gua, gua, gua. Cuando el ratón se puso a cantar, vino el gato y le hizo callar. El gato al ratón, el ratón a la araña, la araña a la mosca, la mosca a la rana, la rana que estaba cantando sentada debajo del agua, gua, gua, gua.
Cuando el gato se puso a cantar, vino el perro y le hizo callar. El perro al gato, el gato al ratón, el ratón a la araña, la araña a la mosca, la mosca a la rana, la rana que estaba cantando
sentada debajo del agua, gua, gua, gua.
Cuando el perro se puso a cantar, vinieron los niños y le hicieron callar. Los niños al perro, el perro al gato, el gato al ratón, el ratón a la araña, la araña a la mosca, la mosca a la rana, la rana que estaba cantando sentada debajo del agua, gua, gua, gua.
Cuando los niños se pusieron a cantar ni la maestra les hizo callar.
Texto extraído de: psicologoescolar.com
2
comments
Labels:
Lectoescritura
Share on Twitter, Facebook, Delicious, Digg, Reddit Email This BlogThis! Share to X Share to Facebook
Share on Twitter, Facebook, Delicious, Digg, Reddit Email This BlogThis! Share to X Share to Facebook

¿Qué es la inteligencia?
Hoy en día la inteligencia es un tema que se encuentra en el punto de mira de muchas discusiones por parte de distintas disciplinas, como la psicología, la medicina, la filosofía, etc. Hasta ahora se había medido la inteligencia humana con ayuda de tests en que se ponía a prueba las capacidades numéricas, lingüísticas o espaciales de cada persona. Pero se ha visto que esto ha sido un error, pues hemos estado tan interesados en medir la inteligencia dedicada a resolver problemas técnicos, que hemos olvidado otras habilidades del ser humano como son la comunicación afectiva o la inteligencia emocional.
Si quereis ampliar la información, el artículo pertenece a : www.psicoactiva.com
Si quereis ampliar la información, el artículo pertenece a : www.psicoactiva.com
0
comments
Labels:
Desarrollo cognitivo
Share on Twitter, Facebook, Delicious, Digg, Reddit Email This BlogThis! Share to X Share to Facebook
Share on Twitter, Facebook, Delicious, Digg, Reddit Email This BlogThis! Share to X Share to Facebook

Como ser mejores padres
Hoy en día todos sabemos que es muy difícil ser un buen padre, o tan sólo un padre. Con el aumento de los divorcios, separaciones, madres solteras y las familias en las que el padre y la madre trabajan fuera de casa, el tiempo que queda para los hijos es muy escaso. Aun así, tengo el convencimiento de que, independientemente del ritmo de trabajo o de la situación vital de cada miembro de la familia, es posible ser mejor padre de lo que se es. Siempre tenemos tiempo para cambiar y mejorar.
Ser mejor padre aunque no sea sencillo, puede conseguirse siguiendo unos pocos principios que hay que poner en práctica a diario.los cuales enumeraré a continuación:
*PRINCIPIO 1: No se involucre en luchas de poder de las que es probable que nadie salga victorioso.
*PRINCIPIO 2: Diga cosas agradables a sus hijos de vez en cuando, sobre todo si no se lo esperan.
*PRINCIPIO 3: Es importante ser raro. No deje que los hijos piensen que son más raros que sus padres.
*PRINCIPIO 4: No haga cosas por sus hijos que ellos sean capaces de hacer por sí mismos, a menos que esté seguro de que le devolverán el favor.
*PRINCIPIO 5: Hay que tener una autoestima alta. Si el padre no la tiene, sus hijos tampoco.
*PRINCIPIO 6: Aprenda a pedir disculpas cuando no cumpla sus propias cotas de exigencia al tratar a sus hijos.
LUCHAS DE PODER
Las luchas de poder se producen cuando alguien cree que ha perdido autoridad y quiere recuperar la sensación de control. Traen como resultado sentimientos negativos y es bastante difícil llegar a una solución satisfactoria, si no imposible. Los padres pretenden controlar a sus hijos y luego se sienten culpables por haber perdido la paciencia. Los niños se enfadan, se deprimen y fantasean sobre la manera de retomar el control sobre sus padres.
La sensación de pérdida de poder comienza a menudo a una edad temprana, y los padres que han experimentado esa sensación suelen transmitírsela al menos a uno de sus hijos, probablemente a aquel que tiene rasgos de carácter parecidos y que al padre no le gustan. Por tanto, los padres pueden evitar las luchas de poder siendo sinceros sobre lo que no les gusta de sí mismos. Comprenderse a sí mismo a través de la conciencia de uno mismo mejora nuestra labor como padres.
Para resolver las luchas de poder tome nota de los siguientes consejos:
1. Haga preguntas en lugar de órdenes.
2. Tenga un lugar donde esconderse cuando se desencadene una lucha de poder.
3. Proporcione a su hijo más de una opción para elegir.
4. La persona a quien usted tiene que controlar es a sí mismo, no a su hijo.
5. Soltar una carcajada en mitad de una lucha de poder consigue pararla.
Enfrentarse a una lucha de poder de manera inteligente es el primer paso para convertirse en mejor padre.
CÓMO ALABAR Y CRITICAR A LOS NIÑOS
Las alabanzas y las críticas son juicios que una persona emite sobre otra. Saber comunicar dichos juicios mejorará la labor de los padres y su relación con sus hijos.
Elogiar al niño cuando él se lo espera sólo demuestra que el padre está haciendo lo que "debe" hacer un buen padre. Cuando el niño muestra un trabajo que ha hecho en el colegio y que él cree que es maravilloso, busca los elogios para reforzar sus propios sentimientos. Está bien concedérselos, pero es su propia opinión la que debe guiarle, no el juicio de los padres.
Cuando el niño sabe que ha hecho algo mal y no puede evitar que los padres lo descubran, la crítica y el castigo posterior ya se han formado en su mente, aunque todavía los padres no hayan intervenido. El niño sabrá cuando ha hecho algo mal si ha aprendido a juzgar sus propias actuaciones.
Decir cosas agradables a los niños cuando no se lo esperan tendrá un efecto duradero.
Es importante que el niño sepa que los sentimientos de su padre son positivos porque su opinión general de la vida es importante para él, aunque actúe como si no lo fuera. Por ejemplo, algunas de las cosas agradables que decir:
*Se puede decir algo agradable sobre una característica personal favorable del niño para demostrarle que uno no siempre tiene que hacer algo para merecer elogios.
*Se puede decir algo agradable sobre algo que haya hecho el niño, mostrándole que una buena actitud es una fuente de sensaciones gratas.
*Se puede decir algo agradable de uno mismo para mostrar que la autoestima positiva es buena. Se le está diciendo con ello al niño que es posible sentirse bien con uno mismo sin buscar continuamente la aprobación de los demás.
*Se puede decir algo agradable sobre otras personas para mostrar que está bien tener buenos pensamientos hacia los demás aunque no estén presentes.
*Se puede decir algo agradable sobre un árbol, una puesta de sol o el color de un edificio para mostrar que es bueno obtener satisfacción de las experiencias cotidianas.
*Se puede decir algo agradable sobre algo o alguien que también posea características que no nos gustan, para mostrar que la vida no es solo blanco y negro, y que bueno y malo a menudo van unidos.
Decir algo agradable no es necesariamente una alabanza, pero muestra que se tiene una actitud positiva, lo cual es muy necesario para los padres. Comunica una visión positiva de la vida que se transmitirá al niño.
LA IMPORTANCIA DE SER RARO
La mayoría de los niños cree que tiene algo raro. Suelen llegar a la conclusión de que son diferentes de los otros niños cuando empiezan la escuela. Una vez que el niño se da cuenta de que es raro, esto se convierte en un problema para él. Algunos niños nacen raros, y otros se convierten en raros debido a su educación. Les ocurren cosas tan extrañas e impredecibles que si sus padres también son un poco raros, podrán soportar mejor su propia rareza.
Con raro me refiero a un padre que es espontáneo. Un padre que de repente hace lo contrario de lo que espera su hijo. Un padre raro es aquel que no teme parecer tonto a los ojos de su hijo ni ponerse a su propio nivel y "actuar como un crío". Ser raro es otra forma de reforzar los lazos entre padres e hijos. Los buenos padres establecen vínculos muy fuertes con sus hijos, aunque para ello tengan que renunciar al control absoluto.
Los padres raros tienden a respetar lo que les convierte en raros. Puede tratarse de un talento, un interés o una actitud por la que sienten pasión. Demuestran un compromiso con sus ideas que va más allá de lo normal. La pasión que sienten los padres por sus intereses es a menudo comunicada a sus hijos, que aprenden que apasionarse por algo no sólo es posible sino deseable. A una edad en que es raro adquirir fuertes compromisos, aprender esta lección puede ayudar a alguien a ser un hombre de éxito, porque los grandes logros suelen ser el resultado de una entrega apasionada.
A continuación les daremos algunas normas sobre cómo ser raros:
*Hay que encontrar tiempo para expresar pasión por algún interés en particular.
*El comportamiento de los padres no debe guiar el futuro del niño tanto como la vida interior, las intenciones, deseos y sentimientos de los padres.
*Hay que decir o hacer cosas de vez en cuando que el niño no espera.
*Hay que pasar mucho tiempo con los hijos a solas.
*Hay que hablar con los hijos de cosas que interesen al padre, aunque aquellos parezcan no entender de qué se está hablando.
*Hay que defender sus ideas con fuerza pero no exija que los niños tengan las mismas opiniones.
*No hay que ridiculizar algo que su hijo se toma muy en serio.
*Hay que tener alguna actividad creativa que su hijo le vea desempeñar.
*Hay que dejar que sus hijos vean sus sentimientos. No tienen porqué ser necesariamente positivos. La rabia, la indignación y la confusión son emociones a las que su hijo debe aprender a enfrentarse.
*Hay que entender que el proceso de crecimiento es irregular, episódico e incoherente. Ninguno de sus hijos tendrá un proceso de desarrollo perfecto. No se preocupe. Cuando el padre se gusta a sí mismo, los niños también acabarán gustándose antes o después.
ENSEÑAR A LOS HIJOS A HACER LAS COSAS POR SÍ MISMOS
Cuando los padres creen que deben hacerlo todo por sus hijos, tal vez los niños no aprendan a ser responsables por sí mismos. Los buenos padres son aquellos que hacen menos cosas por sus hijos, dejándoles asumir responsabilidades a ellos. Este es un ejemplo en que menos es más.
Los padres con demasiadas ganas de ayudar se arriesgan a incapacitar emocionalmente a sus hijos. El meollo de la cuestión es que los padres arrebatan el poder a sus hijos cuando hacen por ellos cosas que ellos pueden y deben hacer por sí mismos. La ayuda debe ofrecerse cuando ha sido previamente solicitada y debe ir dirigida a ayudar al niño a utilizar sus propios recursos para solucionar el problema. Si los niños dicen que necesitan ayuda, la pregunta que hay que hacer es: ¿Qué te gustaría que hiciera yo? Los niños que han pedido ayuda otras veces ofrecerán una respuesta razonable. Los niños a los que se les ha prestado demasiada ayuda tienen problemas para contestar porque no han analizado lo que necesitan para poder identificar los recursos que ellos mismos no poseen. Si el padre es selectivo a la hora de prestar ayuda, el niño aprenderá a tener más recursos.
Los buenos padres dan oportunidades a sus hijos para que aprendan a pedir ayuda y a controlar su capacidad para soportar la frustración, a la vez que aguantan su propio desasosiego cuando ven a sus hijos intentando solucionar un problema que les supera.
LA AUTOESTIMA DEL PADRE ES MUY IMPORTANTE
La mayoría de los buenos padres se preocupa por la autoestima de sus hijos y estarán dispuestos a hacer cualquier cosa para fomentarla. Casi siempre tendrán que aumentar primero la suya propia. La autoestima podríamos definirla como la experiencia de andar por la vida con un sentimiento de bienestar y satisfacción. Por la tanto la mejor manera de aumentar la autoestima es buscar más experiencias que produzcan bienestar y satisfacción.
Para sentirse satisfecho como padre, hay algunos sentimientos básicos que hay que procurar experimentar:
*Hay que procurar divertirse.
*Hay que confiar en que sus hijos estén sanos y sean felices.
*Hay que creer que los demás le respetan a uno como padre.
*Hay que sentirse satisfecho con el trabajo que se realiza.
*Hay que luchar contra el exceso de ansiedad.
*Hay que creer que los hijos agradecen las contribuciones de los padres a sus propios triunfos.
Encontrar formas para experimentar más satisfacción en la vida familiar y en la labor de padres no es ningún misterio. Los buenos padres tienden a hacer cosas que la mayoría de los padres no hacen. Seguidamente les enumeraré una lista de sugerencias que han funcionado con otros padres. Si funcionan en su caso particular, su autoestima aumentará porque obtendrá más placer y satisfacción en su propia casa.
*Pase tiempo a solas con cada uno de sus hijos siempre que pueda para que no le distraigan las necesidades de los otros miembros de la familia.
*Tenga cofres con llave para cada miembro de la familia (incluido usted mismo) para que los "tesoros" privados de cada uno estén a salvo de la curiosidad de los demás.
*Pase tiempo todas las semanas a solas con su esposa/o, sin niños ni otras distracciones.
*Permita que la casa esté desordenada durante el día, mientras todos estén cumpliendo con sus obligaciones pero exija que participen luego de la limpieza por las noches. Al fin y al cabo, la casa es de todos.
*Tenga siempre algo disponible para comer que guste a su familia porque la comida es un factor importante de seguridad.
*Aprenda a planificar para no desaprovechar las oportunidades satisfactorias por la aparición de acontecimientos imprevistos.
*Establezca tradiciones familiares cada semana, mes o año.
*Eche a todos los demás de casa de vez en cuando para tener la sensación de que su casa es su castillo.
*Si no tiene amigos, consiga algunos rápidamente. A largo plazo, no se puede depender de la familia para satisfacer todas las necesidades sociales.
*Tenga un calendario en la cocina para establecer una valoración de cada día. Defina su propia escala. Esto le obligará a evaluar la calidad de cada día y a encontrar maneras de mejorar.
*Divida sus metas en etapas para que avance todos los días en la dirección adecuada.
*Si prefiere no enfrentarse a miembros de la familia verbalmente sobre algo que le molesta, déjeles notas.
*Escoja un día cada dos semanas y propóngase no gritar durante todo el día.
*Desarrolle su propia lista de cosas que puede hacer para aumentar su autoestima.
*Aprenda a decir "no".
APRENDA A PEDIR DISCULPAS
Los padres siempre tienen razón, incluso cuando están equivocados. Es difícil superar este tipo de educación, se necesitan muchos golpes psicológicos, crisis espirituales y honestidad personal para ello. Por eso muchos de nosotros evitamos mejorar como padres hasta que es demasiado tarde y nuestros hijos son demasiado mayores para agradecérnoslo.
Los niños deben educarse en una sociedad mucho más compleja y peligrosa que aquella en la que fueron educados sus padres. Para aguantar y superar estos desafíos, los niños tienen que estar seguros de sí mismos.
Tenemos que olvidar la creencia de que pedir disculpas a los hijos implicará que somos demasiado blandos o que ellos tendrán un carácter débil. El mundo necesita más personas fuertes pero benevolentes. Los buenos padres lo consiguen y ésa es una razón por la cual sus hijos se elevarán por encima de la norma cuando sean adultos. Los padres que creen que la única manera de educar bien a sus hijos es tener un control absoluto sobre ellos casi nunca piden disculpas por haber cometido alguna ofensa. Los padres que necesitan mantener el control a toda costa son ciegos con respecto a su propio sentido de la irresponsabilidad. Antes o después, sus hijos aprenderán que sus padres carecen de credibilidad a pesar de las temibles muestras de enfado.
Negarse a pedir disculpas cuando uno se ha equivocado refleja una actitud paterna disfuncional. No vale disculparse si se utiliza como un truco para suavizar las cosas. Debe ser un acto sincero.
Disculparse puede enseñar a los hijos muchas lecciones importantes, al mismo tiempo que ayuda a mantener con ellos una relación sincera y realista. Aquí va una lista de lo que pueden aprender:
*Aprenden que no tienen por qué tener siempre razón y que, aunque estén equivocados, siguen siendo buenas personas.
*Aprenden que hay que admitir un error antes de poder corregirlo, y que corregir errores es importante.
*Descubren que pedir difícil, y que hay que ser fuerte para hacerlo.
*Ven una muestra de sinceridad, que tal vez no vean en otra parte.
*Aprenden que una buena familia repara los malos sentimientos que se producen entre sus miembros.
*Aprenden la virtud de perdonar a los demás cuando pierden temporalmente el control.
*Aprenden que la disculpa es una forma de reconocer que otra persona es digna de respeto.
*Aprenden que no es necesario alimentar rencores porque uno se sienta culpable por algo que ha hecho. Todo el mundo empieza a odiar a la persona hacia la que alberga un sentimiento de culpa.
*Aprenden a pedir disculpas a sus padres cuando les han ofendido, y a resolver sus remordimientos y su complejo de culpa.
Pedir disculpas a los niños cuando se les ha ofendido o tratado mal es el mejor método para mostrarles que son dignos de respeto. Los buenos padres tratan a sus hijos con más respeto que los padres normales, y es probable que sus hijos obtengan más éxito en este mundo tan complejo.
Piense en lo que hubiera sentido como hijo si sus padres hubiesen pedido disculpas por sus ofensas, en especial por las que todavía no se les ha perdonado. No cometa el mismo error con sus hijos.
Gloria Marsellach Umbert - Psicóloga
Ser mejor padre aunque no sea sencillo, puede conseguirse siguiendo unos pocos principios que hay que poner en práctica a diario.los cuales enumeraré a continuación:
*PRINCIPIO 1: No se involucre en luchas de poder de las que es probable que nadie salga victorioso.
*PRINCIPIO 2: Diga cosas agradables a sus hijos de vez en cuando, sobre todo si no se lo esperan.
*PRINCIPIO 3: Es importante ser raro. No deje que los hijos piensen que son más raros que sus padres.
*PRINCIPIO 4: No haga cosas por sus hijos que ellos sean capaces de hacer por sí mismos, a menos que esté seguro de que le devolverán el favor.
*PRINCIPIO 5: Hay que tener una autoestima alta. Si el padre no la tiene, sus hijos tampoco.
*PRINCIPIO 6: Aprenda a pedir disculpas cuando no cumpla sus propias cotas de exigencia al tratar a sus hijos.
LUCHAS DE PODER
Las luchas de poder se producen cuando alguien cree que ha perdido autoridad y quiere recuperar la sensación de control. Traen como resultado sentimientos negativos y es bastante difícil llegar a una solución satisfactoria, si no imposible. Los padres pretenden controlar a sus hijos y luego se sienten culpables por haber perdido la paciencia. Los niños se enfadan, se deprimen y fantasean sobre la manera de retomar el control sobre sus padres.
La sensación de pérdida de poder comienza a menudo a una edad temprana, y los padres que han experimentado esa sensación suelen transmitírsela al menos a uno de sus hijos, probablemente a aquel que tiene rasgos de carácter parecidos y que al padre no le gustan. Por tanto, los padres pueden evitar las luchas de poder siendo sinceros sobre lo que no les gusta de sí mismos. Comprenderse a sí mismo a través de la conciencia de uno mismo mejora nuestra labor como padres.
Para resolver las luchas de poder tome nota de los siguientes consejos:
1. Haga preguntas en lugar de órdenes.
2. Tenga un lugar donde esconderse cuando se desencadene una lucha de poder.
3. Proporcione a su hijo más de una opción para elegir.
4. La persona a quien usted tiene que controlar es a sí mismo, no a su hijo.
5. Soltar una carcajada en mitad de una lucha de poder consigue pararla.
Enfrentarse a una lucha de poder de manera inteligente es el primer paso para convertirse en mejor padre.
CÓMO ALABAR Y CRITICAR A LOS NIÑOS
Las alabanzas y las críticas son juicios que una persona emite sobre otra. Saber comunicar dichos juicios mejorará la labor de los padres y su relación con sus hijos.
Elogiar al niño cuando él se lo espera sólo demuestra que el padre está haciendo lo que "debe" hacer un buen padre. Cuando el niño muestra un trabajo que ha hecho en el colegio y que él cree que es maravilloso, busca los elogios para reforzar sus propios sentimientos. Está bien concedérselos, pero es su propia opinión la que debe guiarle, no el juicio de los padres.
Cuando el niño sabe que ha hecho algo mal y no puede evitar que los padres lo descubran, la crítica y el castigo posterior ya se han formado en su mente, aunque todavía los padres no hayan intervenido. El niño sabrá cuando ha hecho algo mal si ha aprendido a juzgar sus propias actuaciones.
Decir cosas agradables a los niños cuando no se lo esperan tendrá un efecto duradero.
Es importante que el niño sepa que los sentimientos de su padre son positivos porque su opinión general de la vida es importante para él, aunque actúe como si no lo fuera. Por ejemplo, algunas de las cosas agradables que decir:
*Se puede decir algo agradable sobre una característica personal favorable del niño para demostrarle que uno no siempre tiene que hacer algo para merecer elogios.
*Se puede decir algo agradable sobre algo que haya hecho el niño, mostrándole que una buena actitud es una fuente de sensaciones gratas.
*Se puede decir algo agradable de uno mismo para mostrar que la autoestima positiva es buena. Se le está diciendo con ello al niño que es posible sentirse bien con uno mismo sin buscar continuamente la aprobación de los demás.
*Se puede decir algo agradable sobre otras personas para mostrar que está bien tener buenos pensamientos hacia los demás aunque no estén presentes.
*Se puede decir algo agradable sobre un árbol, una puesta de sol o el color de un edificio para mostrar que es bueno obtener satisfacción de las experiencias cotidianas.
*Se puede decir algo agradable sobre algo o alguien que también posea características que no nos gustan, para mostrar que la vida no es solo blanco y negro, y que bueno y malo a menudo van unidos.
Decir algo agradable no es necesariamente una alabanza, pero muestra que se tiene una actitud positiva, lo cual es muy necesario para los padres. Comunica una visión positiva de la vida que se transmitirá al niño.
LA IMPORTANCIA DE SER RARO
La mayoría de los niños cree que tiene algo raro. Suelen llegar a la conclusión de que son diferentes de los otros niños cuando empiezan la escuela. Una vez que el niño se da cuenta de que es raro, esto se convierte en un problema para él. Algunos niños nacen raros, y otros se convierten en raros debido a su educación. Les ocurren cosas tan extrañas e impredecibles que si sus padres también son un poco raros, podrán soportar mejor su propia rareza.
Con raro me refiero a un padre que es espontáneo. Un padre que de repente hace lo contrario de lo que espera su hijo. Un padre raro es aquel que no teme parecer tonto a los ojos de su hijo ni ponerse a su propio nivel y "actuar como un crío". Ser raro es otra forma de reforzar los lazos entre padres e hijos. Los buenos padres establecen vínculos muy fuertes con sus hijos, aunque para ello tengan que renunciar al control absoluto.
Los padres raros tienden a respetar lo que les convierte en raros. Puede tratarse de un talento, un interés o una actitud por la que sienten pasión. Demuestran un compromiso con sus ideas que va más allá de lo normal. La pasión que sienten los padres por sus intereses es a menudo comunicada a sus hijos, que aprenden que apasionarse por algo no sólo es posible sino deseable. A una edad en que es raro adquirir fuertes compromisos, aprender esta lección puede ayudar a alguien a ser un hombre de éxito, porque los grandes logros suelen ser el resultado de una entrega apasionada.
A continuación les daremos algunas normas sobre cómo ser raros:
*Hay que encontrar tiempo para expresar pasión por algún interés en particular.
*El comportamiento de los padres no debe guiar el futuro del niño tanto como la vida interior, las intenciones, deseos y sentimientos de los padres.
*Hay que decir o hacer cosas de vez en cuando que el niño no espera.
*Hay que pasar mucho tiempo con los hijos a solas.
*Hay que hablar con los hijos de cosas que interesen al padre, aunque aquellos parezcan no entender de qué se está hablando.
*Hay que defender sus ideas con fuerza pero no exija que los niños tengan las mismas opiniones.
*No hay que ridiculizar algo que su hijo se toma muy en serio.
*Hay que tener alguna actividad creativa que su hijo le vea desempeñar.
*Hay que dejar que sus hijos vean sus sentimientos. No tienen porqué ser necesariamente positivos. La rabia, la indignación y la confusión son emociones a las que su hijo debe aprender a enfrentarse.
*Hay que entender que el proceso de crecimiento es irregular, episódico e incoherente. Ninguno de sus hijos tendrá un proceso de desarrollo perfecto. No se preocupe. Cuando el padre se gusta a sí mismo, los niños también acabarán gustándose antes o después.
ENSEÑAR A LOS HIJOS A HACER LAS COSAS POR SÍ MISMOS
Cuando los padres creen que deben hacerlo todo por sus hijos, tal vez los niños no aprendan a ser responsables por sí mismos. Los buenos padres son aquellos que hacen menos cosas por sus hijos, dejándoles asumir responsabilidades a ellos. Este es un ejemplo en que menos es más.
Los padres con demasiadas ganas de ayudar se arriesgan a incapacitar emocionalmente a sus hijos. El meollo de la cuestión es que los padres arrebatan el poder a sus hijos cuando hacen por ellos cosas que ellos pueden y deben hacer por sí mismos. La ayuda debe ofrecerse cuando ha sido previamente solicitada y debe ir dirigida a ayudar al niño a utilizar sus propios recursos para solucionar el problema. Si los niños dicen que necesitan ayuda, la pregunta que hay que hacer es: ¿Qué te gustaría que hiciera yo? Los niños que han pedido ayuda otras veces ofrecerán una respuesta razonable. Los niños a los que se les ha prestado demasiada ayuda tienen problemas para contestar porque no han analizado lo que necesitan para poder identificar los recursos que ellos mismos no poseen. Si el padre es selectivo a la hora de prestar ayuda, el niño aprenderá a tener más recursos.
Los buenos padres dan oportunidades a sus hijos para que aprendan a pedir ayuda y a controlar su capacidad para soportar la frustración, a la vez que aguantan su propio desasosiego cuando ven a sus hijos intentando solucionar un problema que les supera.
LA AUTOESTIMA DEL PADRE ES MUY IMPORTANTE
La mayoría de los buenos padres se preocupa por la autoestima de sus hijos y estarán dispuestos a hacer cualquier cosa para fomentarla. Casi siempre tendrán que aumentar primero la suya propia. La autoestima podríamos definirla como la experiencia de andar por la vida con un sentimiento de bienestar y satisfacción. Por la tanto la mejor manera de aumentar la autoestima es buscar más experiencias que produzcan bienestar y satisfacción.
Para sentirse satisfecho como padre, hay algunos sentimientos básicos que hay que procurar experimentar:
*Hay que procurar divertirse.
*Hay que confiar en que sus hijos estén sanos y sean felices.
*Hay que creer que los demás le respetan a uno como padre.
*Hay que sentirse satisfecho con el trabajo que se realiza.
*Hay que luchar contra el exceso de ansiedad.
*Hay que creer que los hijos agradecen las contribuciones de los padres a sus propios triunfos.
Encontrar formas para experimentar más satisfacción en la vida familiar y en la labor de padres no es ningún misterio. Los buenos padres tienden a hacer cosas que la mayoría de los padres no hacen. Seguidamente les enumeraré una lista de sugerencias que han funcionado con otros padres. Si funcionan en su caso particular, su autoestima aumentará porque obtendrá más placer y satisfacción en su propia casa.
*Pase tiempo a solas con cada uno de sus hijos siempre que pueda para que no le distraigan las necesidades de los otros miembros de la familia.
*Tenga cofres con llave para cada miembro de la familia (incluido usted mismo) para que los "tesoros" privados de cada uno estén a salvo de la curiosidad de los demás.
*Pase tiempo todas las semanas a solas con su esposa/o, sin niños ni otras distracciones.
*Permita que la casa esté desordenada durante el día, mientras todos estén cumpliendo con sus obligaciones pero exija que participen luego de la limpieza por las noches. Al fin y al cabo, la casa es de todos.
*Tenga siempre algo disponible para comer que guste a su familia porque la comida es un factor importante de seguridad.
*Aprenda a planificar para no desaprovechar las oportunidades satisfactorias por la aparición de acontecimientos imprevistos.
*Establezca tradiciones familiares cada semana, mes o año.
*Eche a todos los demás de casa de vez en cuando para tener la sensación de que su casa es su castillo.
*Si no tiene amigos, consiga algunos rápidamente. A largo plazo, no se puede depender de la familia para satisfacer todas las necesidades sociales.
*Tenga un calendario en la cocina para establecer una valoración de cada día. Defina su propia escala. Esto le obligará a evaluar la calidad de cada día y a encontrar maneras de mejorar.
*Divida sus metas en etapas para que avance todos los días en la dirección adecuada.
*Si prefiere no enfrentarse a miembros de la familia verbalmente sobre algo que le molesta, déjeles notas.
*Escoja un día cada dos semanas y propóngase no gritar durante todo el día.
*Desarrolle su propia lista de cosas que puede hacer para aumentar su autoestima.
*Aprenda a decir "no".
APRENDA A PEDIR DISCULPAS
Los padres siempre tienen razón, incluso cuando están equivocados. Es difícil superar este tipo de educación, se necesitan muchos golpes psicológicos, crisis espirituales y honestidad personal para ello. Por eso muchos de nosotros evitamos mejorar como padres hasta que es demasiado tarde y nuestros hijos son demasiado mayores para agradecérnoslo.
Los niños deben educarse en una sociedad mucho más compleja y peligrosa que aquella en la que fueron educados sus padres. Para aguantar y superar estos desafíos, los niños tienen que estar seguros de sí mismos.
Tenemos que olvidar la creencia de que pedir disculpas a los hijos implicará que somos demasiado blandos o que ellos tendrán un carácter débil. El mundo necesita más personas fuertes pero benevolentes. Los buenos padres lo consiguen y ésa es una razón por la cual sus hijos se elevarán por encima de la norma cuando sean adultos. Los padres que creen que la única manera de educar bien a sus hijos es tener un control absoluto sobre ellos casi nunca piden disculpas por haber cometido alguna ofensa. Los padres que necesitan mantener el control a toda costa son ciegos con respecto a su propio sentido de la irresponsabilidad. Antes o después, sus hijos aprenderán que sus padres carecen de credibilidad a pesar de las temibles muestras de enfado.
Negarse a pedir disculpas cuando uno se ha equivocado refleja una actitud paterna disfuncional. No vale disculparse si se utiliza como un truco para suavizar las cosas. Debe ser un acto sincero.
Disculparse puede enseñar a los hijos muchas lecciones importantes, al mismo tiempo que ayuda a mantener con ellos una relación sincera y realista. Aquí va una lista de lo que pueden aprender:
*Aprenden que no tienen por qué tener siempre razón y que, aunque estén equivocados, siguen siendo buenas personas.
*Aprenden que hay que admitir un error antes de poder corregirlo, y que corregir errores es importante.
*Descubren que pedir difícil, y que hay que ser fuerte para hacerlo.
*Ven una muestra de sinceridad, que tal vez no vean en otra parte.
*Aprenden que una buena familia repara los malos sentimientos que se producen entre sus miembros.
*Aprenden la virtud de perdonar a los demás cuando pierden temporalmente el control.
*Aprenden que la disculpa es una forma de reconocer que otra persona es digna de respeto.
*Aprenden que no es necesario alimentar rencores porque uno se sienta culpable por algo que ha hecho. Todo el mundo empieza a odiar a la persona hacia la que alberga un sentimiento de culpa.
*Aprenden a pedir disculpas a sus padres cuando les han ofendido, y a resolver sus remordimientos y su complejo de culpa.
Pedir disculpas a los niños cuando se les ha ofendido o tratado mal es el mejor método para mostrarles que son dignos de respeto. Los buenos padres tratan a sus hijos con más respeto que los padres normales, y es probable que sus hijos obtengan más éxito en este mundo tan complejo.
Piense en lo que hubiera sentido como hijo si sus padres hubiesen pedido disculpas por sus ofensas, en especial por las que todavía no se les ha perdonado. No cometa el mismo error con sus hijos.
Gloria Marsellach Umbert - Psicóloga
0
comments
Labels:
Escuela de padres
Share on Twitter, Facebook, Delicious, Digg, Reddit Email This BlogThis! Share to X Share to Facebook
Share on Twitter, Facebook, Delicious, Digg, Reddit Email This BlogThis! Share to X Share to Facebook

El Efecto Stroop
El Efecto Stroop es como se llama a una clase de interferencia semántica producida como consecuencia de nuestra automaticidad en la lectura. Esto nos ocurre cuando el significado de la palabra interfiere en la tarea de nombrar, por ejemplo, el color de la tinta en que está escrita.
Podeis ver éste artículo e incluso hacer la prueba en: wwww.psicoactiva.com/stroop.htm
Podeis ver éste artículo e incluso hacer la prueba en: wwww.psicoactiva.com/stroop.htm
3
comments
Labels:
Curiosidades,
Lectoescritura
Share on Twitter, Facebook, Delicious, Digg, Reddit Email This BlogThis! Share to X Share to Facebook
Share on Twitter, Facebook, Delicious, Digg, Reddit Email This BlogThis! Share to X Share to Facebook

Subscribe to:
Posts (Atom)